"Quiero enseñar a los niños"
Zidane afirma que quiere dedicarse a partir del otoño a la cantera del Madrid
A partir del próximo otoño, con los 34 años de edad recién cumplidos, Zidane quiere dedicarse a tiempo completo al fútbol base del Real Madrid. Así ve su futuro a medio plazo el jugador francés, que ayer confirmó que, como mucho, le quedan diez partidos como profesional. Tres con el Madrid y siete con su selección si es que logra clasificarse para la final de la Copa del Mundo, el 9 de julio, en el estadio Olímpico de Berlín.
"Voy a dejar el fútbol y lo quiero anunciar ahora por dos motivos", dijo Zidane ante una multitud de periodistas tras entrenarse en solitario. "Un motivo es personal. Y es que se trata de una decisión que he madurado desde hace mucho tiempo. La otra razón es dejar que el Madrid tenga tiempo para planificar la temporada que viene sabiendo que no tiene que contar conmigo. De esa manera, si quieren buscar otro jugador que me reemplace, tienen todo el verano para hacerlo".
"En la final de Glasgow, Roberto Carlos me mandó un melón. Ese gol lo hice yo solo"
"Si este año las cosas hubieran ido mejor, me habría planteado seguir"
Zidane aplazó el punto final de su carrera hasta el Mundial. Para después se imagina viviendo en Madrid con sus tres hijos y su familia. Y se imagina acudiendo a trabajar diariamente a la monumental ciudad deportiva que fundó el ex presidente Florentino Pérez sobre una cota de antiguos olivares que domina el valle del Jarama. El lugar se llama Valdebebas y es el centro de entrenamiento de todas las divisiones inferiores del Madrid, además del primer equipo. Zidane se siente en deuda con el Madrid y con el juego y así lo expresó: "Voy a dejar el fútbol, pero claro que me gustaría seguir con el Madrid. He hablado con Florentino Pérez y con Fernando Martín y tengo en mente un proyecto al que hay que dar forma. Tenemos que ponernos a pensar. Quiero hacer algo relacionado con los niños. Me siento capaz de enseñarles cosas".
El centrocampista, a quien Florentino Pérez propuso ser "embajador" del club en el mundo, desestimó con elegancia que su futuro sea la diplomacia. "No sé si la palabra adecuada es embajador", afirmó; "el club quiere que haga algo y yo también. Lo que no quiero es estar aquí para estar cerca del primer equipo. Todavía no es mi objetivo. Mi objetivo es poder dar a los niños lo que a mí me ha dado el fútbol".
Zidane admitió que cada día que pasa siente más "molestias" físicas. Los años no pasan en balde y los fracasos deportivos del equipo lo han desmoralizado: "Desde hace tres años nos proponemos ganar la Liga y la Champions y no conseguimos nada. No estoy a gusto. No juego como me gustaría ni como le gustaría al club. Y ya no tengo 25 años. Cada día que pasa se me hace más difícil. Tengo molestias físicas que no tenía a los 20 años. No quiero estar aquí por estar. Siempre he sido competitivo y lo he dado todo por ganar. Ya no me siento en condiciones de darlo todo. No me veo jugando tres veces por semana el curso que viene".
"Si este año las cosas hubieran ido mejor, me habría planteado seguir", reflexionó; "hace tres temporadas, cuando Florentino me renovó, yo quería prolongar mi contrato un año más y si lo hice por dos más fue porque el presidente insistió en ello. Pero yo quería seguir sólo un año".
Zidane reconoció que su vida como jugador del Madrid se complicó con la venta de Makelele al Chelsea, en el verano de 2003. "Claro", admitió, "Makelele ha sido uno de los jugadores que ha hecho un trabajo más importante en este equipo. Lamentablemente, el que decidió fue el club, no los jugadores... Aunque además Claude quería marcharse porque no estaba de acuerdo con el contrato que le ofrecían. Hemos perdido mucho perdiéndole a él. No sólo yo lo eché de menos. La mayoría de la plantilla lo hizo".
Para concluir, Zidane hizo dos reflexiones dedicadas a dos jugadores brasileños: Ronaldinho y Roberto Carlos. A Ronaldinho lo considera su sucesor, el futbolista destinado a dominar una época con su capacidad de manejo de la pelota. "Eso todo el mundo lo ve", dijo. De Roberto Carlos recordó que, si bien fue el compañero que le centró el balón en su célebre gol de Glasgow, en la final de la Copa de Europa contra el Bayer Leverkusen, aquel centro tuvo poco que ver en la conclusión de la jugada. Zidane contuvo la risa y se reivindicó: "Siempre le dije a Roberto Carlos que lo que me mandó fue un melón. Ese gol lo hice yo solo. Aquello no era un balón. Pero, bueno, era un melón. Y algo es algo".
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