Cuatro muertos al caer en el Pirineo un helicóptero que carecía de permiso para volar
El aparato realizaba tareas de control de la red eléctrica de alta tensión
Cuatro personas murieron ayer carbonizadas cuando el helicóptero en el que viajaban se estrelló en el término de La Torre de Cabdella, en el Pirineo de Lleida. El aparato, contratado por Red Eléctrica Española (REE) a la empresa Helicópteros de Cataluña, SA (Helicasa), estaba realizando en el momento del accidente el seguimiento de una línea eléctrica de alta tensión con el fin de comprobar su estado de conservación. El Ministerio de Fomento señaló ayer que la aeronave, que procedía de Francia, carecía del permiso para volar en España.
La empresa a la que pertenecía el aparato, que procedía de Francia, está radicada en Sant Esteve de Palau Tordera (Barcelona). Había solicitado el permiso para volar, pero sólo se le ofreció uno provisional para operar entre el 5 y el 20 de abril, condicionado a que presentase ante la delegación de Seguridad en Vuelo de Sabadell la documentación que acreditase los certificados de su tripulación. La compañía nunca presentó esos documentos, de modo que el permiso nunca fue validado, por lo que Fomento abrirá un expediente sancionador.
El suceso se produjo poco antes de las dos de la tarde, cuando el helicóptero se precipitó al suelo por causas que ayer se desconocían. Tras el violento impacto, el aparato se incendió y los cuatro ocupantes fallecieron calcinados. Hasta el lugar del siniestro, una zona de difícil acceso, se desplazaron dotaciones de Bomberos de la Generalitat y de los Mossos d'Esquadra.
Víctor Orrit, subdelegado de la Generalitat en el Pirineo, informó de que los Departamentos de Interior y de Industria han abierto una investigación para determinar las causas de este accidente, en el que fallecieron dos empleados de la compañía eléctrica; el piloto, de nacionalidad francesa, aunque residente en Andorra, y un técnico de ICC, empresa especializada en filmación termográfica.
El aparato hacía un vuelo de reconocimiento de la línea de alta tensión que va desde Sallente a Sentmenat (Barcelona). Esta es una actuación habitual y periódica que realizan las compañías eléctricas para verificar, mediante un sistema de rayos infrarrojos, el estado de conservación de la línea. Las cámaras termográficas permiten descubrir fugas de electricidad mediante la localización de los puntos de calor en el cableado.
Orrit explicó que el helicóptero se estrelló en un paraje de difícil acceso al que sólo se puede llegar a pie a través de una pista de tierra. En el momento del accidente, las condiciones meteorológicas no eran adversas. El alcalde de La Torre de Cabdella, Josep Maria Dalmau (PSC), manifestó que, en una primera inspección, no se encontraron indicios de que la aeronave hubiera tocado el tendido eléctrico antes de caer al suelo, ya que no se apreciaban daños en el mismo.
Este accidente se produjo en la misma comarca donde el 14 de junio de 2002, en circunstancias similares, se estrelló un helicóptero con ocho personas a bordo; entre ellas, la delegada de Industria de la Generalitat en Lleida, Divina Esteve. En aquella ocasión, tampoco hubo supervivientes, y la investigación puso de manifiesto graves irregularidades en el mantenimiento del aparato de la empresa Helieuropa Services, que también realizaba inspecciones en una línea de alta tensión.
El juez de Tremp que investigó aquel siniestro imputa ocho homicidios imprudentes al dueño y a tres ingenieros de Helieuropa por no realizar el mantenimiento a la aeronave. El juez también declara a Fomento responsable civil subsidiario, ya que fue el que emitió el certificado de aeronavegabilidad que permitió volar al helicóptero.
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