El Ejecutivo desvincula a ETA de los dos últimos actos de terrorismo callejero
Zapatero mantiene su calendario sobre el establecimiento de un diálogo con la banda
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantendrá, por el momento, el calendario previsto para la verificación del alto el fuego permanente de ETA y comparecerá en el Congreso en junio para dar cuenta de ella y abrir el diálogo oficial con la banda, pese a los actos de terrorismo callejero registrados en Barañáin (Navarra) y Getxo (Vizcaya), según anunció ayer el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda. El Ejecutivo sostiene que esos actos no fueron ordenados por ETA.
Moraleda aclaró que Zapatero atrasaría su comparecencia en el Congreso para plantear la posibilidad de dialogar con los terroristas si la verificación del alto el fuego mostrase signos de que la actividad de ETA continúa en cualquiera de sus frentes, lo que no sucede por el momento. "No hay razones para cambiar el objetivo, pero puede haberlas en el futuro, y lo importante ahora es determinar que estamos ante un proceso de verificación en el que el alto el fuego pasa a ser un hecho constatable. Tenemos que confirmar que ETA pasa de las palabras a los hechos", dijo Moraleda tras las reuniones que el presidente del Gobierno mantuvo en La Moncloa con Begoña Lasagabaster (EA) y José Antonio Labordeta (Chunta Aragonesista). El lunes había recibido a Francisco Rodríguez (BNG) y hoy está citada a Uxue Barcos (Nafarroa Bai).
El secretario de Estado de Comunicación basó esta decisión en que la investigación de los ataques de Barañáin (Navarra) y de Getxo (Vizcaya) apunta "cada vez más a que no se trata de una orden (de ETA), aunque habrá que esperar al resultado final de las investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado". El desmarque de la dirección de la ilegalizada Batasuna, anteayer, de ambos ataques, al calificarlos de "muy graves" y solidarizarse con los afectados, ha reforzado esta hipótesis que maneja el Gobierno.
Combate sin excusa
No obstante, Moraleda aclaró que aunque se trate de hechos "aislados y descontrolados, han de combatirse sin la más mínima excusa" porque "todo tipo de violencia es rechazable, se llame de alta o baja intensidad".
El Gobierno, aunque será riguroso en el cumplimiento de las condiciones para que el presidente comparezca en el Congreso, recogidas en la resolución parlamentaria del pasado año, tiene interés en que se cumpla el calendario anunciado por Zapatero en Bruselas el pasado 23 de marzo, al día siguiente de la declaración de alto el fuego permanente de ETA, esto es, la comparecencia a primeros de junio.
Fuentes socialistas estiman que no debe retrasarse demasiado tiempo la comparecencia del presidente en el Congreso para que no se pudra el proceso y recuerdan el precedente negativo irlandés. En diciembre de 1994, el IRA declaró el primer alto el fuego y lo rompió en agosto de 1995, con el atentado de la City de Londres, al retrasar excesivamente el proceso de verificación de alto el fuego el entonces primer ministro británico, el conservador John Major.
Otro factor que cuenta en el calendario es la propia legalización de la izquierda abertzale pues las elecciones municipales son en mayo de 2007. Y esa legalización está condicionada a la verificación de alto el fuego. Las mismas fuentes advierten también de que el Gobierno no se precipitará y esperará a confirmar que el alto el fuego es total porque el compromiso de ETA, previo a su declaración del 22 de marzo pasado, recogido en la expresión "permanente", lo fue así. "Los atentados de kale borroka son incompatibles con el proceso de paz", ratificó Moraleda. El portavoz subrayó lo que dijo la víspera, tras conocerse el desmarque de Batasuna de los ataques con una precisión. "Batasuna está recorriendo el camino que todos desean, pero ese camino hay que recorrerlo en su totalidad" y, para ello, "hay que cumplir la ley". Moraleda elogió a Mariano Rajoy por su actitud "prudente y ponderada" ante "este proceso largo, duro y difícil", y se negó a responder a las declaraciones críticas de Eduardo Zaplana.
Batasuna reprochó al Gobierno que no adopte una actitud de "responsabilidad" ante el alto el fuego, en lugar de mantener las detenciones de militantes abertzales, como en el caso de Sandra Barrenetxea. "Si el portavoz de La Moncloa ha dicho que Batasuna va por el buen camino, desgraciadamente Batasuna no puede decir lo mismo del Gobierno y de Zapatero, que están haciendo las cosas muy mal y van por muy mal camino", afirmó Pernando Barrena.
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