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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un discurso político

Política y empresa aparecen íntimamente unidas en Antonio Fernández Valenzuela, quien acaba de ser reelegido presidente de la Cámara de Comercio de Alicante. ¿Surgió antes el empresario o el político? La pregunta es difícil de contestar porque la entrada -la entrada real- de Fernández Valenzuela en el mundo de la empresa estuvo íntimamente unida a la política. Sin ésta, algunas personas dudarían todavía de que Valenzuela se hubiera convertido en el importante industrial de la actualidad. Mi opinión, sin embargo, es que hubiera llegado a la empresa de cualquier modo, pues poseía las cualidades básicas que requiere un empresario: ambición y voluntad de superarse.

Fernández Valenzuela ha dejado una buena impresión de su paso por la política alicantina. Quizá, en algún momento, su vehemencia no resultara adecuada para las necesidades de la ciudad y produjera más de un contratiempo pero, en cualquier caso, se le considera un gestor capacitado y, sobre todo, una persona con ideas propias. Como político, es probable que no lograra culminar sus propósitos y le fallaran las previsiones, pero esto no menguó su predicamento entre los socialistas alicantinos. Incluso cuando buscó y obtuvo el apoyo de Eduardo Zaplana para regresar a la vida pública, continuó manteniendo un cierto ascendiente entre algunos miembros del partido.

Ahora, al ser reelegido presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Fernández Valenzuela ha pronunciado un discurso que no ha pasado desapercibido para la prensa. La verdad es que podría haberse limitado a pronunciar unas palabras, más o menos convencionales, propias para la ocasión, sin que nadie se lo hubiese reprochado. Pero ha preferido hacer un discurso político, en el que acusaba al Gobierno de Madrid de ahogar el desarrollo de Alicante. Valenzuela es un hombre de acción, al que no le gusta pasar desapercibido. Presume, además, de decir lo que piensa. Por nuestra parte, añadiremos que no es persona acostumbrada a dar puntada sin hilo.

Personalmente, no me han gustado las palabras de Fernández Valenzuela. No es que yo considere que un empresario deba abstenerse de hacer discursos políticos -¡faltaría más!-, pero éste me ha resultado pobre de ideas. Veo en las manifestaciones del presidente de la Cámara de Comercio una resignación ante el momento económico de la provincia que no considero aceptable. Insistir, a estas alturas, en que el ocio, el turismo y los servicios son la alternativa a la crisis industrial de Alicante es bien poca cosa. La afirmación es, además, un error difundido de manera interesada por quienes se benefician de la situación actual, mientras se desentienden del futuro de la Comunidad.

Fernández Valenzuela sabe -tiene experiencia sobrada para ello- que un político y un empresario riguroso debe mirar hacia el futuro. ¿El ocio y el turismo garantizan por sí solos el porvenir de Alicante? No es eso, desde luego, lo que dicen los expertos. Yo le recomendaría la lectura del artículo que Andrés García Reche publicó en este periódico a finales del pasado mes de septiembre. En él, encontrará el presidente de la Cámara de Comercio materia abundante para la reflexión. El futuro pasa hoy por la innovación y la creatividad. Se necesita tecnología, inversión y talento para competir en los nuevos mercados, y me temo que eso no lo lograremos de fiarlo todo al agua y al AVE con Madrid, como Fernández Valenzuela nos propone.

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