"Pacto, pacto, pacto"

Ferran Mascarell (Sant Just Desvern, 1951) es una de las personas que más han pensado sobre la cultura catalana en los últimos años. Hay acuerdo en que no sólo tiene un discurso propio, sino en que el suyo es el que se ha impuesto en los últimos tiempos en diversas instituciones, por lo que se esperan de él decisiones rápidas. Conocedor desde hacía algunas semanas de la posibilidad de este cambio en el Gobierno catalán, habrá tenido tiempo de pensar sobre sus próximas actuaciones. Ayer lo demostró. Tras jurar el cargo, se trasladó rápidamente a la sede del departamento, en el Palau Marc, donde asistió a la despedida de la consejera saliente, Caterina Mieras, que le expresó sus mejores deseos y de la que Mascarell señaló que siempre será conocida como "la consejera de los papeles de la dignidad", en referencia al trabajo de Mieras para conseguir el retorno a Cataluña de los papeles de Salamanca. Acto seguido, ya en solitario, celebró visiblemente contento -"estoy feliz de estar aquí sentado", comentó- su primera rueda de prensa como consejero, a la que asistieron la mayoría de los altos cargos del departamento, si bien fue destacable la ausencia en el acto del director general de patrimonio, Francesc Tharrats.

Durante su comparecencia, en la que reclamó los 100 días de rigor con una sonrisa que desmentía la necesidad de este plazo, indicó que asumía el trabajo realizado hasta ahora para preparar el Consejo de la Cultura y las Artes, cuyo proyecto de ley está a punto de entrar en el Parlament. "Se continuará desde el punto en el que se está y confío en que se cumplirán los plazos. El único pero que tengo es respecto al título, porque las artes son cultura, ¿no? Entiendo que la cultura lo integra todo, desde el arte a la ciencia".

Otro de los ejes de su programa, indicó, será "pacto, pacto, pacto". "La cultura no la hace el departamento, sino la sociedad, y por eso se tiene que entender el trabajo que hacemos como una labor basada en el pacto. Primero con los ayuntamientos de Cataluña. Se tiene que actuar en el territorio a través de los ayuntamientos; son ellos, junto con la sociedad civil, los que deben aplicar las políticas. Pacto también con los creadores. Vivimos la paradoja de contar con una capacidad creativa potente con una estructura débil, propia de un país pequeño. Es una paradoja en el fondo válida y lo que tenemos que hacer es dar los instrumentos para que este trabajo de creación pueda manifestarse de forma clara. Y por último, pacto también con las empresas, productores y emprendedores que aglutinan a buena parte de estos creadores".

También se refirió Mascarell a otro de los temas que ya le preocupaban como concejal: la dimensión social de la cultura. "La cultura tiene que estar relacionada con el hecho social y convivencial, y más con los cambios que ahora vivimos, ya que se hemos pasado de ser una sociedad monocultural a una pluricultural e incluso multirracial. Tenemos que pensar cómo construimos discurso e identidad cultural a partir de estos cambios".

Ayer por la tarde ya se reunió con el equipo del departamento para comenzar a definir las nuevas líneas de actuación.