El PSOE abre una campaña por el Estatuto ante la "ofensiva brutal" contra Andalucía

El PSOE andaluz denunció ayer una "ofensiva brutal contra Andalucía" protagonizada por la derecha y el centralismo, al haber incluido en el Preámbulo de la reforma del Estatuto la alusión a la "realidad nacional". Los socialistas iniciarán una campaña explicativa y defenderán "con firmeza absoluta" en el Congreso de los Diputados esa definición. La dirección federal del PSOE también defenderá con "entusiamo" la proposición de ley de reforma andaluza, aunque en un principio dudó de la conveniencia de que se incluyera esa déscripción para el caso de Andalucía.

"Nada ni nadie puede parar el proceso; nada ni nadie nos va a sacar del club de las comunidades del 151; y nada ni nadie evitará que Andalucía tenga un Estatuto homologado como el que más. Saldrá adelante con o sin el PP, como en 1980". Esta declaración del secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, va a formar parte del argumentario que los socialistas van a emplear en una campaña explicativa sobre la reforma del Estatuto, una vez que el pleno del Parlamento apruebe el 2 de mayo la proposición.

Los socialistas anunciaron esta campaña para frenar la, a su juicio, "ofensiva brutal" protagonizada por la "derecha andaluza, el centralismo y los nacionalistas radicales", ante la decisión de "homologar" el Estatuto andaluz al catalán. Las reacciones en contra de la propuesta ha hecho que PSOE e IU se envuelvan en la bandera de "no permitir agravios". Y pese a la indiferencia ciudadana que provoca el debate de la definición, los socialistas saben muy bien que los andaluces no soportan que se les niegue la igualdad.

Pizarro subrayó en tres ocasiones que la propuesta de incluir el término "realidad nacional" en el Preámbulo -en el articulado figura nacionalidad histórica- fue del ex ministro de la UCD Manuel Clavero Arévalo, mentor político del presidente del PP andaluz, Javier Arenas. Los socialistas la asumieron en la creencia de que así podrían atraer a PP y PA, al consenso, algo que no ha sido posible.

Ésa es la razón que llevó al PSOE andaluz a apostar por una redacción que no forma parte de su acervo ideológico. Posteriormente han dado otros argumentos como el de que persiguen un Estatuto en plano de "igualdad" con el de Cataluña. Y aún han añadido un tercero cuando al filo de la medianoche del jueves se aprobó la proposición: por si "hay algunas consecuencias posibles desde el punto de vista jurídico del hecho de que en el preámbulo se reconozca o no determinada singularidad", dijo Manuel Gracia, cuando hasta ahora habían negado tales consecuencias.

En el debate de la comisión, también quedó claro que no será por la definición por lo que el PP no apoyará la reforma. Lo dijo su portavoz, Antonio Sanz: "Quitando realidad nacional no solucionan el verdadero problema. El verdadero problema de este Estatuto es que la definición de realidad nacional es el verdadero leit-motiv que incorporan luego al articulado del texto".

En un primer momento la dirección federal del PSOE dudó de la conveniencia de que en el Estatuto de Andalucía se describa a esa comunidad como "realidad nacional". Se les dijo que era una fórmula con la cual se conseguiría el acuerdo del PP y del PA. Con tan poderoso argumento se aceptó a pesar de no despertar grandes entusiasmos. Sin embargo, llegados a este punto, la dirección federal defenderá "con entusiasmo" este Estatuto. Los interlocutores consultados creen que "electoralmente" el PP tiene mucho que perder por "dar la espalda a Andalucía".

Éste y otros reproches de la misma gravedad se escucharán de la dirección federal. Ahora ayudarán sin titubeos a sus compañeros andaluces a defender el texto. Y por una razón de fondo. La dirección federal tiene el convencimiento de que el PP nacional no tendrá en cuenta "la letra" de las reformas, ya que ha decidido no apoyar ningún Estatuto, diga lo que diga. Todo para continuar con la acusación de que el PSOE "rompe España".