_
_
_
_

El 65% de quejas a SOS Racisme corresponde a abusos laborales

D. F. estuvo empleado dos años en una empresa de reparación de calzado. Después de cuatro meses sin cobrar y trabajar más de las ocho horas diarias estipuladas, decidió acudir a SOS Racisme, que presentó una denuncia por impago laboral. Como en este caso, hasta el 65% de las denuncias que recibió esta organización dedicada a combatir la xenofobia a lo largo del último año, tienen relación con cuestiones laborales, como pusieron ayer de manifiesto responsables de esta entidad en la presentación de su balance anual.

Estas quejas se deben a impagos, contratos irregulares o despidos improcedentes, circunstancias que, un año más, suponen el grueso de las protestas remitidas a esta organización no gubernamental. Sin embargo, el año pasado se produjo en España un proceso de regularización, como destacaron desde SOS Racisme, por lo que subrayaron el hecho de que pese a haberse normalizado la situación de miles de trabajadores inmigrantes, siguen siendo muy numerosas las denuncias relacionadas con la explotación y los abusos laborales que se producen con estas personas. En este apartado se recogen empleadores que se niegan a dar de alta en la Seguridad Social a sus trabajadores, como el caso de la colombiana M. M., la negativa a pagar horas extras a I. D., que trabajaba como asistenta, o el adeudo de 1.500 euros -dos meses de trabajo- a G. G. M., también en trabajo doméstico.

Agresiones

Junto a este aspecto, desde SOS Racisme destacaron un aumento de denuncias de agresiones perpetradas por personal de seguridad privada, como el sucedido en un local del paseo de la Albereda de Xàtiva "en el que se prohíbe la entrada a personas de origen magrebí", o de abuso policial. Un ejemplo de este tipo de agresiones se produjo, según recoge esta ONG en su informe, en el rastro de Valencia cuando F. A. y su hija denunciaron "la agresión de un policía a un chico de color" al que "comenzaron a dar patadas cuando se encontraba en el suelo". A estas acciones, los responsables de SOS Racisme reflejaron el aumento de casos de agresiones, no sólo de grupos de ultraderecha, sino de "personas a título individual".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_