"A veces deseas no depender de una máquina"
A Michael Schumacher (Hürt-Hermülheim, Alemania; 1969) le gusta dominar tanto sobre el asfalto como cuando se somete al escrutinio de la prensa. En ambos terrenos le está costando desenvolverse como nunca en su larga carrera en la fórmula 1. Exceptuando el simulacro de Gran Premio de Estados Unidos con sólo seis coches, en junio de 2005, no gana desde octubre de 2004, en Japón, donde redondeó un año excepcional en el que sumó su séptimo título mundial. Desde entonces debe enfrentarse a la permanente presión de ser cuestionado sobre la crisis de Ferrari y su futuro. En el motorhome de la escudería roja en el circuito barcelonés de Montmeló conversó con EL PAÍS poco después de haber roto el motor de su bólido en los ensayos de preparación para el Gran Premio de San Marino, en Imola, este fin de semana.
"Creo en mi habilidad y en el coche. El resto es cuestión de fe. Si pensara en el riesgo, correría con el freno de mano"
"Ferrari no es el equipo mejor preparado. Durante el invierno no hicimos todos los kilómetros que habríamos querido"
Pregunta. En las tres carreras disputadas este año ha completado actuaciones dispares. En Bahrein terminó segundo, en Malaisia fue sexto y en Australia sufrió una salida de la pista. ¿Cuál es el verdadero potencial del 248F1?
Respuesta. El potencial real del coche es el que se vio en Bahrein. En Malaisia tuvimos algunas dificultades con el motor y en Australia cometimos un error en la elección de los neumáticos. Pero, si nos centramos en el rendimiento ofrecido hasta ahora, estoy convencido de que seremos competitivos. No estamos donde deberíamos estar.
P. Han roto el motor cuatro veces. ¿A qué se debe?
R. Lo que ocurre es que no somos el equipo mejor preparado. Durante el invierno no hicimos todos los kilómetros que habríamos querido. Pensábamos que el motor estaba listo, pero aparecieron algunos problemas que retrasaron las cosas. Ahora hemos mejorado en fiabilidad y velocidad.
P. ¿Qué le falta a Ferrari para estar a la altura de Renault?
R. En velocidad estamos bastante bien, pero ellos son aún el equipo a batir, no hay duda. Lo están haciendo muy bien, pero cada vez estamos más cerca.
P. A estas alturas, ¿qué le hace vibrar más en una carrera de F-1?
R. La combinación de elementos que posee este deporte. La velocidad, por supuesto. Pero también la lucha con los rivales y el tener que exigirte al límite. Todo ello es lo verdaderamente apasionante de la F-1.
P. ¿Le ha sorprendido el rendimiento de Fernando Alonso en los dos últimos años?
R. Sinceramente, no; para nada. Alonso demuestra sus grandes cualidades ahora que está en Renault, pero también lo hizo antes, cuando no pilotaba un coche tan competitivo.
P. ¿Cómo define a un buen piloto de F-1?
R. Un buen piloto lo es porque combina muchas cualidades: entiende la carrera, es rápido, conoce la mecánica y comprende lo que dicen sus ingenieros y sabe cómo comunicarse con ellos y cómo motivarles.
P. ¿El hecho de que su rendimiento dependa tanto de una máquina puede frustrarle cuando el coche no está al mejor nivel?
R. A veces deseas no depender de una máquina porque, como ocurrió el año pasado, fue una gran desventaja. Como persona, sería perfecto poder comparar dónde te encuentras respecto a los rivales, pero este deporte no lo permite. Ahora, lo que comparo es que quedan 15 carreras por disputar y estoy luchando por el segundo puesto.
P. Cuando ganó el primer Mundial, reconoció que veía las cosas más fáciles que al principio. ¿Se ven más difíciles ahora que debe volver a la senda del éxito?
R. Llevo suficiente tiempo en este trabajo para saber que no se pueden recuperar las posibilidades perdidas. Si estás preparado para ser campeón, lo podrás conseguir. Si no lo estás, seguro que no lo logras.
P. ¿Se ha marcado una fecha límite para decidir sobre su futuro inmediato?
R. Sólo necesito tiempo. Hay un momento para todo y para todos. Por ahora [en Ferrari] me dan tiempo. Las respuestas no cambian porque no tengo la sensación de que deba tomar ninguna decisión. No me siento presionado. Quiero seguir en este negocio, pero tendré que alejarme un tiempo de todo para aclararme.
P. Se especula sobre el inminente fichaje de Kimi Raikkonen por Ferrari. ¿Le importaría compartir equipo con un adversario directo?
R. No tendría el menor inconveniente. Mi compañero puede ser cualquiera.
P. ¿Incluso Valentino Rossi?
R. Por supuesto. También él.
P. ¿Cabe la posibilidad de que fiche por otro equipo o la opción es sólo Ferrari o la retirada?
R. Muy probablemente seguiré de rojo, pero hay que considerar muchas cosas y si hay otra posibilidad también la contemplaré. Ahora mismo estoy muy feliz aquí. Llevo mucho tiempo. Tenemos muy buena relación y para irme a otro equipo tiene que haber buenas razones.
P. ¿Hay algún reto fuera de la F-1 que aún se plantee conseguir?
R. A mis 39 años, tengo muchos hobbies. Voy al gimnasio y paso mucho tiempo en casa, con mi familia. Y, además, no tengo la presión de mi mujer para que lo deje. Pero nada es más emocionante y me supone más placer que pilotar un monoplaza de F-1. Cuando deje esto, no habrá ningún reto que pueda atraerme más que este deporte.
P. La relación que mantenía hace diez años con David Coulthard o Jacques Villeneuve es distinta a la que existe ahora entre Raikkonen y Alonso?
R. No se pueden comparar las relaciones entre los pilotos de ahora con las de hace algunos años porque lo más importante es la edad que cada uno siente en el interior de su mente. Y, mentalmente, me siento muy joven.
P. Desde el punto de vista de la comisión de pilotos, ¿hacia dónde debe evolucionar la F-1?
R. Ya hace años dijimos que el principal problema era que la influencia mecánica aún estaba supeditada en exceso a la aerodinámica. Todavía es así, pero la tendencia está cambiando.
P. ¿En qué piensa instantes antes de que el semáforo se ponga verde?
R. Únicamente, me concentro. Debo pensar en lo que va a pasar. He de centrarme en la luz, en reaccionar en el tiempo preciso y en estar alerta a los coches de mi alrededor.
P. ¿Llega a confrontar los riesgos que le supone su profesión con lo que tiene en la vida: una familia, muchísimo dinero para disfrutar...?
R. Es muy simple. Cuando estoy al volante, no pienso en los riesgos. Creo en mis habilidades y también en el coche. El resto es cuestión de fe.
P. ¿Busca cobijo alguna vez en el elemento religioso?
R. Claro. Pero cada uno tiene que encontrar la manera de autocomunicarse a su manera. Yo no soy una persona que precise ir a la iglesia para comunicarme conmigo mismo. Si pensara en el riesgo, correría con el freno de mano puesto. Todo mi pilotaje surge de forma muy natural.
P. ¿Piensa lo mismo cuando sufre algún accidente?
R. Cuando tienes un accidente grave, cambias tu manera de pensar. Pero esto forma parte del juego.
P. ¿Se plantea la parte espiritual de la vida?
R. Soy una persona realista.
P. ¿Cree en el destino?
R. Creo en la suerte del trabajo de cada uno. Si eres bueno, el destino te tratará bien.
P. Quién debe más a quién: ¿Schumacher a la F-1 o viceversa?
R. Nunca me lo he planteado. Este campeonato estaba antes que yo y seguirá existiendo después de mí. Yo sólo he sido parte de él. No creo que me deba nada ni yo tampoco a él.
P. Pero ha sido la figura de la F-1 durante mucho tiempo.
R. Está claro que siempre le estaré agradecido a la F-1 por haberme permitido lograr lo que he alcanzado.
P. ¿Algún otro piloto podrá ganar lo que usted?
R. ¿Por qué no? Si yo lo he logrado, también puede hacerlo otro. Cada vez es posible ganar más carreras en menos tiempo.
P. ¿Será éste, de nuevo, un campeonato de Alonso?
R. No; espero que sea el de Schumacher. Antes de empezar la temporada, dije que íbamos a ser campeones y aún lo creo.
P. ¿Cuándo aprende más: cuando pierde o cuando gana?
R. Cuando pierdo. Porque, cuando gano, hago las cosas mejor que cuando pierdo.
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