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Reportaje:La reforma del Estatuto

Las líneas rojas de los partidos

Lourdes Lucio

No es probable que en la Comisión de Desarrollo Estatutario de hoy se produzca el acercamiento entre el PSOE y el Partido Popular, antes de que delegaciones de ambos partidos, encabezadas por Manuel Chaves y Javier Arenas se vean las caras. Los socialistas intentaron ayer celebrar una reunión con los populares para hablar de posibles enmiendas transaccionales, pero ésta no se produjo. Chaves también intentó acelerar el encuentro bilateral, pero se encontró con la negativa del PP.

A las 22.15 de anoche, los populares no habían hecho llegar a los socialistas sus anunciados papeles. Son síntomas de que hoy no se producirán sorpresas en la comisión y de que los socialistas, según aseguraron varias fuentes, votarán sus enmiendas y el dictamen de la ponencia: es decir, la alusión a la realidad nacional de Andalucía que se alude en el Preámbulo y el artículo 1.1 en el que se define a la comunidad como nacionalidad histórica "conforme el artículo 2 de la Constitución".

IU defiende el pacto con el PSOE en todos los apartados de más autogobierno
El PP exige quitar realidad nacional y suprimir parte de las competencias
El PSOE mantendrá los acuerdos con IU y no incluirá nación en el texto reformado

A estas alturas del debate y después de más de un año de ponencia, todos los partidos tienen marcadas sus líneas rojas. Las del PSOE son mantener los acuerdos con IU en prácticamente todos los títulos de la reforma, salvo en dos: la definición y el que hace referencia a la organización institucional, en el que toda la oposición pide algo que el PSOE, en el articulado, no está de acuerdo (elecciones separadas y limitación de mandatos del presidente de la Junta). También queda abierta la puerta a algunos artículos sobre los municipios. Otra línea roja del PSOE es que el Estatuto debe aprobarse en esta legislatura, con o sin el principal partido de la oposición.

La postura del PSOE respecto a mantenerse firme en cuanto a defender la alusión a la realidad nacional es, por el momento, sólida, sobre todo después de escuchar las reacciones de fuerzas nacionalistas catalanas acerca de que si Andalucía igualaba a Cataluña en definición esta comunidad tendría que plantearse otra para seguir diferenciándose. Pero al mismo tiempo, también empezaron a escucharse voces en el PSOE de si no era mejor volver a la propuesta inicial, es decir, quitar la alusión a la realidad nacional. Los interlocutores que mantenían esta tesis afirmaban que, cuando se asumió esa propuesta, se hizo con la intención de sumar más apoyo a la reforma, pero que al no conseguir el efecto pretendido lo mejor era retirarlo.

Todas las fuentes socialistas consultadas coincidían en que ni siquiera con ese paso -que supondría una evidente marcha atrás por parte del PSOE- el PP votará a favor del Estatuto hagan lo que hagan, cedan lo que cedan. "Iremos poniendo tapones en cada hueco, pero si dejamos en manos del PP el Estatuto, no hay Estatuto", aseguró ayer una las personas consultadas.

Izquierda Unida comparte de lleno este análisis y en sus líneas rojas defiende el cumplimiento de los acuerdos trabados día a día con los socialistas en innumerables convocatorias. El techo de las competencias, la financiación y el apartado dedicado a los derechos sociales son, para la federación, intocables.

El PP no ha dejado de decir qué es lo que no le gusta del Estatuto: ni las competencias, ni la financiación, ni la regulación de la Administración de Justicia, ni tampoco parte de los derechos sociales.

El límite "innegociable" del PA es la inclusión de la palabra nación.

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