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Los padres de un colegio de Sevilla se rebelan contra la dirección

Denuncia de irregularidades en el reparto de plazas para un nuevo centro en Palomares

El colegio Vicente Aleixandre de Palomares del Río (Sevilla) acoge a 545 de los 855 niños menores de 15 años que hay en el pueblo. Este centro está masificado, por lo que la Consejería de Educación ha mandado construir una nueva escuela que se abrirá en septiembre. El proceso de asignación de plazas para uno u otro colegio ha destapado antiguos problemas y supuestas "irregularidades". Los padres solicitan el cese del equipo directivo del centro actual.

Dos docentes y un padre dimitieron de sus cargos en la comisión de escolarización

Un grupo de padres de alumnos del colegio Vicente Aleixandre de Palomares del Río ha remitido un documento a la Delegación de Educación en Sevilla con 100 firmas de familiares que solicitan el cese del equipo directivo del centro existente y la paralización del proceso de asignación de plazas para el nuevo colegio, algo sobre lo que el delegado provincial, José Jaime Mougán Rivero decía ayer por la mañana no tener "constancia". Los padres continúan recogiendo firmas en el pueblo. "Calculamos que pronto conseguiremos otras cien", afirma Lourdes López Herrera, madre de alumnos y antigua maestra del colegio de Palomares.

El descontento con la situación ha causado numerosas escolarizaciones en colegios privados y, ante la expectativa de apertura de un nuevo centro, una alta demanda de bajas en el viejo colegio. Generalmente, los padres prefieren que sus hijos se mantengan en el entorno escolar en el que comienzan. Sin embargo, según las plazas solicitadas en el nuevo colegio, más del 50% de niños de tres a siete años han pedido el traslado. En el caso de niños de cinco años, sólo ocho han pedido quedarse en la vieja escuela y 43 piden el cambio.

Las etapas medias se mantienen niveladas y en los cursos superiores las solicitudes para el antiguo son más numerosas. "La razón es que el Vicente Aleixandre da, además, clases de primero y segundo de ESO y el nuevo centro no, por lo que los niños de los últimos cursos prefieren quedarse donde están, para no tener que volver al cabo de uno o dos años", argumenta López.

En este ambiente se ha organizado un proceso de reparto de plazas que los padres de alumnos consideran irregular desde el comienzo. El primer problema se produjo cuando el mes pasado, al comenzar el periodo de preinscripciones, el equipo directivo decidió no aplicar el sistema de zonificación, algo que, no es anormal, según la Delegación de Educación, pero que los padres consideran irregular. Al principio los padres lo aceptaron porque la inspectora de la Delegación, María José Moya, durante un consejo escolar, dijo que cada padre podría elegir centro, explica López. Sin embargo, debido a los problemas de organización, no todos los alumnos que han pedido el cambio verán satisfecha su solicitud.

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Gestión

Las preinscripciones en el nuevo centro han sido gestionadas por el equipo directivo de la primera escuela, liderado por Manuela Fernández, directora y también concejal por IU en el Ayuntamiento (gobernado por los independientes de Unión de Izquierdas). La responsable del colegio rehusó hacer declaraciones a este periódico: "Sólo puedo decir que hago mi trabajo lo mejor que puedo". Fernández lleva 20 años al frente del equipo directivo.

Los padres contaban con la promesa de establecer una segunda línea (otra aula) en los cursos del nuevo centro que superaran las 28 solicitudes. El conflicto vino cuando comenzaron a surgir dificultades para crear esta segunda línea.

Otro problema es que tampoco las listas de demandas de traslados parecen claras. "Hay niños a los que no se les ha permitido inscribirse en las listas, por lo que no se ha contado con ellos para crear segundas líneas y, además, se prevé que, con la ocupación de una nueva urbanización haya más niños en septiembre", explica López Herrera.

En Palomares hay censados 855 niños menores de 15 años. De éstos, el colegio acoge a 545. "Muchos se van a colegios de otras localidades o a escuelas privadas", comenta la maestra, que conoce el funcionamiento de la directiva del colegio desde hace cuatro años, cuando trabajó allí como interina. Es algo que también se han planteado este año varios padres que han visto cómo, al solicitar el ingreso de sus hijos en otro colegio, han dejado de contar con la plaza del Vicente Aleixandre. "Aunque se solicite la entrada en otra escuela, por ley, los niños que ya estén matriculados, deben mantener su plaza hasta que le concedan un lugar en el centro solicitado", explica el delegado de Educación de la Consejería, José Jaime Mougán.

Muchos padres han denunciado también que carecen del resguardo sellado de preinscripción que debía haber sido devuelto por la dirección del centro en el momento de la entrega de este documento. "Así, no tienen validez", se queja Lourdes López. "Además, a muchos padres que fueron a cumplimentar la preinscripción para el nuevo colegio, el secretario del centro les dijo que la escuela que debían indicar como centro de elección era el Vicente Aleixandre, puesto que el nuevo no estaba constituido aún", continúa la maestra.

La dirección del colegio estableció una comisión de escolarización en la que participaban, además del equipo directivo, una inspectora de la Delegación, padres y profesores. Dos de los docentes y uno de los familiares dimitieron de sus cargos en la comisión, por "la falta de claridad del proceso", explica López. Además, según esta maestra, "la inspectora no ha asistido a las dos reuniones celebradas en las últimas semanas, por lo que no existen actas de la celebración de las mismas".

Ante este cúmulo de irregularidades, los padres abandonaron el salón donde se celebró el sorteo para asignar plazas.

El delegado de Educación asegura que no tiene constancia de estos hechos. No obstante, ayer envió a un coordinador para acompañar a la inspectora, María José Moya, con el fin de "tener más ojos que observaran lo que ocurre en Palomares".

El nuevo centro tiene ya designada a la directora, según el delegado. "Crearemos segundas líneas en los cursos de tres y cuatro años", afirmó Mourán. Los padres han convocado para este jueves una asamblea en la que debatirán sobre la petición de cese de la dirección.

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