Arzo reta a Highbury

A Highbury con lo puesto. Chocó con Deco y se retorció de dolor sobre el césped del Camp Nou, que le increpaba y silbaba porque creía que hacía teatro. No era así. Gonzalo Rodríguez, central del Villarreal, mordía la hierba y se tiraba las manos al tobillo mientras aguantaba las lágrimas. Crack. "Rotura del ligamento interior interno del tobillo izquierdo", rezaba ayer el comunicado que emitieron los servicios médicos del club después de practicrle las últimas pruebas. Gonzalo, así, deberá estar tres semanas de reposo absoluto y otro mes para recuperar el ligamento. Todo lo que resta de temporada. El boliviano Peña, después, notó un chasquido en su rodilla izquierda. Crack. De nuevo, la camilla motorizada del Barça cruzó el césped. "Peña sufre un esguince del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda y será duda para el partido de vuelta frente al Arsenal, que se disputará el próximo día 25 en El Madrigal", sentenciaban los médicos del equipo. Así, Manuel Pellegrini, se ha quedado sin sus dos centrales favoritos. Ahora, Quique Álvarez y el joven Arzo se postulan como el recambio de urgencia.

"Quiero otro central", sugirió insistentemente Pellegrini en el verano, consciente de que el puesto renqueaba. Entre otras cosas, porque Quique Álvarez, el capitán que se formó en el Barça con la famosa Quinta del Mini -De la Peña, Roger, Celades, Velamazán, Moreno...-, se ha pasado todo el año entre algodones. Los problemas musculares y el infortunio se han cebado en él. "Es mala pata, pero este chico no aguanta más de tres partidos seguidos", suele runrunear la grada de El Madrigal. La demanda de Pellegrini, además, venía dada por las carencias que aúnan Gonzalo Rodríguez y Peña, sus predilectos, no obstante. El argentino es rápido y exquisito en la colocación. Parece que el Milan está muy interesado en su contratación. Peña es expeditivo y hábil a la hora de salir al corte. Pero ninguno de los dos es corpulento, fornido y alto. Aspectos que debilitan el poderío aéreo amarillo. Aun así, entre estos dos zagueros y el intermitente Quique Álvarez, el equipo se había bastado para completar un campeonato liguero correcto y una Champions de ensueño. Las dudas llegan ahora, ante el Arsenal, en las semifinales de la Liga de Campeones. Quique Álvarez y Arzo, presumiblemente, será la pareja de centrales.

"Arzo puede jugar en el eje de la defensa", defiende Juan Carlos Garrido, director deportivo de las categorías inferiores y entrenador del filial del Villarreal. Y añade: "Tiene un estilo semejante al de Hierro y Helguera. Tiene carisma,es competitivo, contundente y agresivo. Y, además, sabe sacar el balón jugado". Pellegrini lo sabe. Esta temporada le ha situado en tres ocasiones en esa demarcación. "Y no ha pasado nada raro", conviene el propio Arzo. "Es una posición que no me es extraña porque desde joven la he alternado con el medio centro. También he jugado ahí con la selección -formó parte del equipo que finalizó subcampeón en el Europeo sub-17 de Portugal 2003 y en Francia 2004-".

Arzo debutó en Primera de la mano de Benito Floro ante la Real Sociedad en marzo de 2003. "No estoy muy nervioso", dijo antes del partido. Ahora, sigue en sus trece. "Henry es un gran futbolista, a quien he visto en muchos vídeos y reportajes, pero no me preocupa demasiado", esgrime. Y agrega: "No noto nervios, sino muchas ganas de que llegue el partido. Si ahora estuviera nervioso, una vez spbre el césped estaría muerto".

Highbury estará repleto. Las tiendas de alrededor venderán miles de bufandas y pines con el logo de 1913-2006, que conmemora la vida del estadio, que se retira el año que viene para dar paso al cercano Fly Emirates. Pero Arzo lo tiene claro: "Por historia se puede pensar que el Arsenal es favorito. Por ilusión, ganaríamos nosotros". Pellegrini ya tiene a su nuevo central. Así se lo hizo saber: "Tiene que estar bien para este partido porque ya tengo muchas bajas".