Vicent retorna a sus ciudades mágicas

El escritor Manuel Vicent vuelve a recorrer las ciudades mágicas que poblaron su libro Por la ruta de la memoria. Sus recuerdos, revividos con una mirada contemporánea, saltarán de las páginas impresas a la pequeña pantalla. TVE comienza la próxima semana el rodaje de una serie documental homónima, dirigida por Juan Manuel Martín de Blas, que visitará San Petersburgo, Praga, Dublín y Sicilia, del brazo de la memoria de Dostoievski, Kafka, Joyce y los autores clásicos griegos y latinos, respectivamente.

"No quiero que sea una serie documental de una ciudad llena de postales y paisajes bonitos. Son ciudades cristalinas y conocidísimas", advierte Vicent. Por eso, su objetivo es "retratar cada lugar como una prolongación de los sentidos donde tiene más importancia la forma de ver la ciudad que la ciudad en sí misma".

El viaje literario discurre por San Petersburgo, Praga, Dublín y la isla de Sicilia

Son lugares muy explorados, pero la serie aspira a encontrar los misterios que llevan dentro. Vicent se propone convertir las metrópolis seleccionadas en "un elemento literario", que bascula sobre un escritor famoso que representa "el alma de la ciudad". El peligro a la hora de sumergirse en el terreno está "en caer en el lugar común, en la cosa sabida". Y el reto, "en proyectar la ciudad como parte de uno mismo".

"Aparte de su belleza y fascinación, las ciudades tiene además un halo literario por haber sido escenario de grandes obras maestras. Todas ellas nos transportan a culturas y pueblos que fueron y son parte de nuestra civilización y memoria colectiva", afirma Martín de Blas. El tiempo marcará la trayectoria de la serie. Cada una de las ciudades representará una estación del año. Por la ruta de la memoria pasará la primavera en Sicilia, el verano lo vivirá en San Petersburgo, el otoño se instalará en Dublín y en invierno se trasladará a Praga. Con esta cadencia, el rodaje se prolongará hasta finales de año. La serie se estructura "como un viajero que retorna a su memoria ciudades que tocaron la fibra de Vicent", sostiene Martín de Blas, que planea un documental "más pegado a las gentes que a las piedras".

Todos los capítulos serán monográficos, a excepción de Sicilia, que mostrará tres plazas singulares: Palermo, Catania y Siracusa. La primavera siciliana llevará el equipo a revivir a los autores clásicos, con Platón y su inmortal Caverna como gran icono.

El verano caerá sobre San Petersburgo, donde las cámaras recogerán las noches blancas de la ciudad rusa a orillas del Báltico y regada por el río Neva. "Me fascinaban las purulentas pasiones que Dostoievski [Crimen y castigo, Los hermanos Karamazov, Noches blancas] hizo segregar del hígado de sus criaturas, y sin duda, aquellos entes de ficción aún pululaban por las calzadas de la ciudad y se miraban en los canales del Neva", escribió Vicent en la serie de reportajes periodísticos de viajes de hace veinte años.

Las brumas otoñales acompañarán a los expedicionarios por Dublín, la capital de Irlanda. "Traía yo una lejanísima lectura del Ulises de Joyce en la cabeza y el taxi inició el circuito por un Dublín nocturno y deshabitado.... Al pasar por Nassau Street recordé que allí conoció Joyce a su mujer Nora", escribió el autor valenciano.

El invierno teñirá las calles heladas de la capital checa, donde nació Kafka, en 1883 (La metamorfosis, El proceso). Vicent decía: "Había viajado a Praga con el empeño de descifrar el mundo subterráneo de Kafka y el aire que él había respirado... Pero, a medida que el alma de la ciudad me iba poseyendo, yo mismo me convertía en cucaracha y la figura del escritor adquiría la risa de un chico desenfadado, transido por una diáfana alegría de vivir. Comparado con lo que me rodeaba ahora, Kafka me parecía un guitarrista gaditano".

Advierte Vicent de que "ha pasado mucho tiempo desde esos viajes. Las vidas y las ciudades cambian. Aquella literatura ha quedado distorsionada por el tiempo. Son viajes del pasado, literatura de ficción". Los textos de la serie no se ajustarán literalmente a los artículos que Vicent publicó en su día en EL PAÍS porque, necesariamente, se "adaptarán a la televisión", asegura el director del documental.

Vicent y Martín de Blas, que ya colaboraron en Ésta es mi tierra, idearon la nueva serie en 2000, cuando el PP gobernaba la televisión pública. Aquellos no eran tiempos propicios para poner en marcha Por la ruta de la memoria. Ahora retoman un proyecto que llevaba dormido seis años, aunque en este largo intermedio realizaron Elogio de la luz, serie que reflejaba las obras maestras de la arquitectura contemporánea.