El PP insiste en recuperar el trasvase del Ebro y advierte de que no admitirá retrasos en el AVE
Campos resalta la creación de 275.000 empleos en los tres años de legislatura de Camps
El vicepresidente del Consell, Víctor Campos, culpó ayer al Gobierno central de los retrasos en la ejecución de diversos proyectos impulsados por la Generalitat Valenciana. Campos citó a modo de ejemplo las obras del AVE Madrid-Comunidad Valencia e incluyó el derogado trasvase del Ebro que, según aseguró, el PP va a recuperar. El vicepresidente se refirió a la política de empleo, con la creación de 275.000 nuevos puestos de trabajo y la promesa de alcanzar los 300.000 al final de la presente legislatura, como uno de los mayores logros del Gobierno autonómico.
Campos aseguró que no se van a tomar medidas respecto a las supuestas corruptelas
"La Generalitat Valenciana no renunciará nunca al trasvase del Ebro ya que no existe una política alternativa, sino sólo proyectos complementarios". Así lo afirmó ayer el vicepresidente del Consell, Víctor Campos, en un acto de balance de los compromisos adquiridos por el presidente del Gobierno autonómico, Francisco Camps. En su discurso de investidura, el 18 de junio de 2003. Además de acusar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "eliminar el trasvase del Ebro por razones políticas", Campos volvió a recurrir a la ejecución de las obras del tren de alta velocidad para increpar al Gobierno de cualquier retraso que pueda empañar la puesta en marcha del AVE. "No admitiremos excusas, no aceptaremos que se retrase ni un solo día", advirtió. En esta línea, el vicesecretario regional del PP de la Comunidad Valenciana, Ricardo Costa, lamentó ayer que el AVE "no sea un proyecto de Estado" y criticó que "la pereza política del presidente del Gobierno retrase el progreso de los valencianos".
Campos explicó que los ejes fundamentales del Gobierno de Camps son el diálogo, la participación, el empleo, la calidad de vida, el equilibrio, el agua, el medio ambiente y la proyección exterior de la Comunidad Valenciana y calificó su política de "ambiciosa, coherente y solidaria".
En cuanto al empleo, el vicepresidente subrayó que ya se han creado 275.000 nuevos puestos de trabajo, 130.000 más de los que el Consell había fijado como meta, y prometió que la cifra seguiría ascendiendo hasta llegar a los 300.000 al final de la presente legislatura.
Pese a los conflictos que ha despertado la nueva Ley Urbanística Valenciana (LUV), que según la Comisión Europea incumple las directivas comunitarias, Campos no dudó en sacar a relucir lo que, a su modo de ver, son las mayores virtudes de esta normativa en materia de conservación del medio ambiente: "supone más protección y más carga punitiva para los que la incumplan".
Por otra parte, el acuerdo para la reforma del Estatuto se ha convertido, según aseveró el ponente, en ejemplo "fundamental y emblemático" de la política de diálogo y consenso. Para el líder popular, el "diálogo" también ha estado detrás de la consecución de otros acuerdos logrados con el Gobierno central y diversas instituciones. A este respecto, enumeró el Plan de Vivienda 2005-2008 y los convenios relativos a la integración social de los inmigrantes y a las infraestructuras viarias, entre otros.
Preguntado por los periodistas, Campos se negó a hablar acerca de los escándalos de corrupción que están afectando a diversos cargos políticos del PP, como es el caso de José Manuel Medina, alcalde de Orihuela, o Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón. "El Gobierno no va a tomar ninguna medida a este respecto", señaló tras pedir más prudencia y reflexión a la hora de valorar los acontecimientos, que aseguró "no tienen comparación posible con lo sucedido en Marbella".
"Con el PP, la Comunidad Valenciana es la más endeudada de España", replicó el portavoz del grupo socialista, Andrés Perelló, tras conocer el contenido de la intervención de Campos. Perelló criticó a los populares por "maquillar una vez más una mala gestión que no necesita un maquillaje sino una cirugía", dijo.
El dirigente socialista también se refirió a los supuestos casos de corruptelas para denunciar el comportamiento del PP: "Son los únicos que no ven la corrupción, pese a que el resto de valencianos la vemos todos los días", sentenció.
En cuanto a la reivindicación popular del trasvase del Ebro, Perelló lo interpretó como "un síntoma de melancolía que evidencia que hay que cambiarlos".
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