Cuatro pistoleros secuestran a un hombre en un locutorio de Barcelona

A plena luz del día, empuñando pistolas y a cara descubierta, cuatro hombres se llevaron por la fuerza el pasado miércoles en la localidad barcelonesa de Manlleu a un joven magrebí de unos 18 años que responde a las iniciales A. B. El joven sigue desaparecido y no hay noticias de que se haya pedido rescate a la familia. Los hechos ocurrieron entre las 20.00 y las 20.30 ante las atónitas miradas de decenas de vecinos.

Los testigos afirman que dos coches se pararon frente a un locutorio situado en la calle de Arnald de Corcó de Manlleu, una localidad de 18.000 habitantes. Bajaron cuatro hombres armados con pistolas y entraron en el establecimiento, del que se llevaron al joven que estaba a cargo del negocio. Al principio los secuestradores se hicieron pasar por policías, aunque la brutalidad de sus maneras enseguida les delató.

Los pistoleros encañonaron al rehén, que intentó defenderse. Hubo unos momentos de forcejeo y violencia durante los cuáles el secuestrado perdió sus zapatillas y alguno de los implicados resultó herido. La policía halló una mancha de sangre delante de la puerta del locutorio, que está siendo analizada.

Los secuestradores colocaron al retenido en el maletero de uno de los vehículos mientras apuntaban a los transeúntes con sus armas. Luego se marcharon tan rápidamente como habían llegado, pero habían perdido algo: un cargador de la pistola y unas esposas.

La unidad de investigación criminal de los Mossos d'Esquadra se ha hecho cargo del caso y analiza las pruebas y los testimonios que pudo recoger durante las tres horas en las que los agentes estuvieron en el escenario del secuestro. Al no pedirse rescate, no se habla por ahora de secuestro, sino de detención ilegal, y fuentes de la investigación no han querido aportar ninguna otra información.

Profusión de secuestros

Da la casualidad de que uno de los hermanos del joven secuestrado está en prisión después de que hace dos años la policía autónoma lo detuviese en el marco de una operación en la que cayeron una treintena de personas en Manlleu y Blanes, y en la que fueron incautados 6.000 kilos de hachís que iban destinadas a la comarca de Osona. Estos antecedentes hicieron que circulase la hipótesis de un ajuste de cuentas por cuestiones de drogas, aunque los Mossos ayer ni confirmaban ni desmentían nada. En los últimos años el número de secuestros ha crecido en la comarca de Osona -a unos 50 kilómetros de Barcelona y a la que pertenece Manlleu-, que se sitúa a la cabeza de la clasificación de estos delitos en Cataluña. Muchos de estos secuestros, llamados express, están relacionados con el mundo de la droga, y se denuncian poco, ya que los afectados son traficantes o familiares de éstos.

Los secuestradores, normalmente grupos de unas ocho personas de países del este de Europa, piden a cambio grandes cantidades de dinero o bien droga.

Hace unas semanas se juzgó en Vic a una banda vinculada a la mafia marsellesa, entre cuyos delitos se encontraba el secuestro. También hace un tiempo hubo otro caso en el que se apreciaron relaciones de los presuntos secuestradores con los Boixos Nois y el ex jefe de seguridad del Camp Nou.