Los papiros del olvido
Tras cuatro años de desarrollo, llega un gran juego de rol llamado a ampliar el número de aficionados a este género
Vivir otra vida, en otro mundo es el lema con el que Bethesda impregna a sus juegos de rol desde 1994. Pero no ha sido hasta nuestros días, con la llegada de Oblivion, cuando esta máxima se ha podido aplicar y al mismo tiempo ganarse el reconocimiento de todo el público gracias a las capacidades técnicas y gráficas de los ordenadores y las consolas de la nueva generación, como la Xbox 360 de Microsoft.
Los primeros títulos, especialmente Daggerfall, con sus más de 750.000 personajes con los que interactuar, y Morrowind, por sus herramientas para crear aventuras partiendo del original, están considerados como joyas del género. Sin embargo, no consiguieron salir del reducido círculo de los expertos de esta complicada forma de divertirse llamada rol. Oblivion no es sólo un título de culto antes de ser lanzado, sino que además ha despertado el interés de todo tipo de jugadores y se ha convertido en un éxito comercial por primera vez en la historia de la saga.
The elder scrolls IV: Oblivion
Desarrolla: Bethesda
Distribuye: Take 2
Plataforma: Xbox 360 y Windows
Género: Rol
Mayores de 16 años
Precio: 65 y 45 euros
Internet: www.elderscrolls.com
En el juego de rol no puede existir una línea predefinida que marque las futuras acciones; se debe permitir tomar cualquier decisión, sea cual sea, y la aventura se adapta a esos hechos. Obviamente existe un contexto, un territorio, unos hechos históricos donde se van a desarrollar toda estas andanzas y que en cierta manera las condicionan.
En Oblivion, la muerte del emperador Uriel Septim y la obtención por parte del protagonista del Amuleto de los Reyes marcan el punto de salida. Acaba de escapar de la prisión y lo primero que deberá hacer es construir su aspecto físico. Hasta 10 razas a elegir, de elfo oscuro a argoniano, pasando por los conocidos orcos o los más humanos seres imperiales o nórdicos, todos ellos en ambos sexos.
Estética al gusto
Todo es modificable, ya sea la distancia entre cejas como la amplitud o prominencia de los pómulos. Se podría crear un retrato robot de uno mismo en orco. A lo largo de pasadizos y alcantarillas que conducen al exterior de la prisión, se produce una tarea de formación del jugador para que se habitúe y aprenda a luchar, lanzar hechizos y, de paso, elegir la clase a la que desea pertenecer para potenciar sus habilidades mágicas, de sigilo o combate, entre otras. Aunque una vez que se ha avanzado algo más en la historia, es posible cambiar de clase e incluso de nombre.
La faraónica construcción circular de Imperial City emerge ante los ojos del jugador en una clara noche primaveral. En el cielo brillan millones de estrellas y una suave brisa mece las ramas de los árboles.
A lo lejos, reflejadas en las claras aguas del lago Rumare, se elevan las montañas limítrofes de la provincia de Cyrodiil. Es deseo del emperador que el Amuleto de los Reyes sea entregado a su heredero secreto Jauffre, pero el destino del reinado está en manos del aventurero.
El uso de la primera persona para ver el entorno ayuda a sentir como propias las acciones del protagonista. El motor Havok aporta credibilidad a la inte- racción con los objetos y permite, por ejemplo, matar a unos goblins dejando caer unos troncos por una pendiente.
Otra ayuda externa con la que ha contado Bethesda es el motor de inteligencia artificial Radiant AI con el que enemigos, animales y personajes no jugadores, más de 2.000, adquieren un comportamiento muy creíble. Hay más de 25 kilómetros cuadrados para explorar, 200 mazmorras, dragones, magos, clanes a los que unirse para llegar a ser maestro de la facción y más de 300 horas de juego si se sigue la historia principal. Un trabajo de cuatro años de desarrollo ha culminado en este colosal título.
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