Korir logra en el maratón de Rotterdam la mejor marca del año

El keniano Sammy Korir, poseedor de la segunda mejor marca de todos los tiempos en maratón, casi rozando el récord mundial, confirmó los pronósticos y se impuso en la carrera de Rotterdam, una de las habitualmente más rápidas del circuito por su fácil trazado. Se impuso con 2h 6m 38s, lo que supone la mejor marca del año, pero no consiguió ni acercarse a su marca ni al récord del mundo de su compatriota Paul Tergat, que lo estableció en 2h 4m 55s, el 28 de septiembre de 2003 en Berlín, sobre un recorrido aún más cómodo para los récords. La española Isabel Eizmendi mostró su gran forma en la carrera femenina y fue tercera. Con 2h 31m 53s, superando incluso a leyendas como la keniana Tegla Lorupe, logró la mínima para los Europeos.

Korir, de 34 años, aventajó en los últimos metros a sus compatriotas Paul Kiprop Kirui y Charles Kibiwot y sólo fue un consuelo para él, que había anunciado su intención de atacar la plusmarca mundial, pero de la que se acabó alajando casi dos minutos.

Hasta el kilómetro 30, tras tomar el mano de las operaciones de carrera desde el principio, pudo soñar con la hazaña, pero entonces empezó a pasarle factura uno de los peligros que el liso trazado de Rotterdam tiene: el viento. Además, se fue la liebre que le marcaba el ritmo y no pudo ya mantener los tiempos de paso para batir el récord.

Fue el octavo triunfo de Korir en los 20 maratones oficiales que ha disputado, pero incluso quedó lejos de su plusmarca personal, que sólo está a un segundo de la de Tergat: 2h 4m 56s.

Los organizadores, para favorecer aún más la consecución de las mejores marcas, incluso habían suprimido las largas líneas rectas más expuestas al viento entre los kilómetros 30 y 35, los momentos claves de cualquier maratón. Pero el viento se coló en cualquier caso. "Hasta el kilómetro 25 llevaba el ritmo previsto y pensaba que era capaz de batir el récord, pero con el viento de cara, a veces muy fuerte, era demasiado difícil conseguirlo", declaró Korir en la meta.