"Los niños no son estúpidos"
Jokin Oregi (Soraluze, 1970) es director y guionista de Robin y Hood, obra triunfadora en la 15ª edición de FETEN, Feria Europea de Teatro para Niños y Niñas que se celebra en Gijón, donde recibió los destacados premios reservados al Mejor Espectáculo y al Mejor Texto. Su versión libre de Robin Hood combina actores de carne y hueso y títeres y, tras Jim en la isla del tesoro, es su segunda colaboración con la compañía Gorakada.
Pregunta. ¿Facilita las cosas el trabajar con títeres?
Respuesta. Es diferente. Mi primer encuentro con los títeres fue en Jim en la isla del tesoro, y fue un encuentro feliz y enriquecedor. Me pareció fascinante.
P. ¿Cuál es su propósito cuando se sienta a escribir?
R. Mi objetivo, para empezar, es buscar una historia interesante. Si no tienes nada interesante que contar, es mejor ni salir a la palestra. Eso es fundamental y creo que a mucha gente se le olvida. En el caso del público infantil, intento escribir pensando en unos chicos, ponerme en su piel y ver qué les puede interesar o atraer y qué les vendría bien conocer. Aunque procuro que lo que se haga pueda gustar tanto a mayores como a niños. No hay mejor espectáculo que aquel que consigue que padre e hijo estén interesados viendo una misma cosa.
P. ¿A los niños les interesan los mismos temas que a los adultos?
R. Claro que no. Les interesan diferentes cosas, incluso porque tienen una óptica diferente. O les pueden interesar los mismos temas, pero de diferente forma. Tienen distinta percepción. Sin embargo, hay que buscar valores y elementos que enganchen a todos.
P. ¿Hay que tener alguna cautela cuando se escribe para niños?
R. Mi cautela es, sobre todo, pensar que los niños no son estúpidos, son mucho más inteligentes de lo que a priori se cree.
P. Cuando se escribe para niños, ¿es irrenunciable el componente pedagógico?
R. Hombre, creo que el teatro, aun sin querer, cumple esa función formativa. El teatro y el arte en general enseñan a vivir y a ver la vida de una forma. En ese sentido, es ineludible, aunque prefiero pensar que no soy un pedagogo; los pedagogos están en las escuelas y lo mío es un espectáculo. Pero, efectivamente, sí hay unos valores y no hay que hacer dejación de eso. Si tienes el poder de escribir sobre un papel una historia que van a ver unos niños, procuras que lo que van a recibir tenga sentido y les sea de provecho.
P. ¿Debería haber una escuela de guionistas?
R. Sí, sin duda, porque el escribir es un oficio, no lo puede hacer cualquiera. Tú puedes tener muchas ideas muy buenas y luego no saber plasmarlas. El guión es un oficio y tiene sus herramientas, sus trucos y sus reglas Hay que aprenderlas para luego utilizarlas a la hora de crear una buena historia.
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