La apertura de los Teatros del Canal coincidirá con la desaparición del Albéniz
Los Teatros del Canal ya están en la recta final de su ejecución y todo hace pensar, como ayer aseguró Ignacio González, vicepresidente primero del Gobierno regional, que el año que viene se inaugurarán. Este centro escénico contará con un teatro a la italiana de 900 butacas, una sala polivalente cuya capacidad oscilará entre 400 y 800 espectadores y un centro de danza con 11 salas. Al mismo tiempo podría desaparecer el teatro Albéniz, gestionado por la Comunidad, ya que los propietarios quieren construir un nuevo edificio, según afirmó ayer el consejero de Cultura, Santiago Fisas.
De momento la Comunidad y la propiedad del Albéniz han pactado que el conocido teatro de la calle de la Paz estará abierto hasta que los Teatros del Canal estén en funcionamiento. "A partir de ahí se supone que tirarán el edificio y edificarán otro nuevo en el que se ha comentado que habrá un teatro, pero eso es algo que compete a los propietarios, ya que no es un edificio de titularidad pública".
González, que también es presidente del Canal de Isabel II, comentó ayer en su visita a las obras de los Teatros del Canal, un proyecto del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, que a partir de ahora las obras convivirán con la instalación del equipamiento técnico y escénico. Ambas cosas han contado con un presupuesto global de 88 millones de euros para 35.520 metros cuadrados en los que se ha empleado hormigón, granito, acero y cristal.
González tiene claro que este centro será un referente cultural de primer orden y "acogerá todo tipo de espectáculos, incluidos los musicales" y recordó que la Orquesta de la Comunidad de Madrid también presentará en este espacio muchos de sus conciertos.
Respecto a la gestión de los Teatros del Canal no está claro en qué manos recaerá. Si se le pregunta a González si será la Comunidad o una productora privada se limita a contestar "estamos abiertos a todas las posibilidades". Pero cuando se le comenta, tanto a él como a Fisas, que se da por hecho que la gestión se entregaría a la productora Focus, con sede en Barcelona, el vicepresidente contestaba que todos las propuestas serias se tomarían en cuenta, a lo que Fisas añadía, "Esa empresa que menciona gestiona el Romea de Barcelona como si se tratara de un teatro público y son muy serios, lo cual no quiere decir que vayan a ser ellos".
González no ocultó que en un principio su gobierno y sobre todo él, como responsable del Canal de Isabel II, no acogió con entusiasmo este proyecto: "Ello se debía a que proyectos de esta envergadura no deben ser el objetivo del Canal, cuya obligación máxima y última es gestionar el agua, pero también somos una empresa con un objeto social y tenemos una Fundación que realiza numerosas actividades culturales y esta es una de primerísimo orden", apunto el vicepresidente que también dejó caer que le hubiera gustado que la sala grande tuviera el doble de aforo: "pero el proyecto nos lo encontramos así".
El teatro Albéniz, fue proyectado por varios arquitectos y finalmente por Manuel Ambrós Escanella, antes de ser inaugurado en 1945. Alberga un teatro de mil butacas y en sus sótanos estuvo también durante décadas, una famosa sala de fiestas que primero se llamó Fantasía, luego Folies y finalmente Xairo. El edificio que aloja el teatro Albéniz, tal y como consta en el documentado y recién publicado libro Teatros históricos de Madrid, de Antonio Castro, editado por la Concejalía de las Artes tiene otorgado "nivel de protección 1 en el Plan General de Ordenación Urbana", lo que podría estar en contradicción con la licencia de construcción que el consejero Fisas afirma que tiene la propiedad del teatro, ya que están protegidos tanto sus volúmenes como los elementos arquitectónicos más singulares y destacados.
Respecto al personal del teatro Albéniz, el consejero Fisas manifestó: "El Albéniz cuenta con un equipo muy válido y enormemente preparado y sea cual sea la forma de gestión para los Teatros del Canal estamos seguros de que su experiencia no será desaprovechada".
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