Paquito d'Rivera y Chano Domínguez despiden el jazz en el teatro Real

El jazz deja el teatro Real después de unos días en los que el Festival Barrio Latino le ha llenado de renombrados artistas. Y se despide con un mano a mano entre el saxofonista cubano Paquito d'Rivera y el pianista gaditano Chano Domínguez. También acaba Latina Jazz, con Horacio Icasto acompañando al piano al armonicista Antonio Serrano. En otros lugares más íntimos, Luis Pastor muestra su reciente disco, Dúos, con alguno de los artistas con los que lo ha grabado. Sepultura e In Flames incendian juntos La Riviera, mientras que a Christina Rosenvinge le toca contrarrestar con todo el candor posible.

- El jazz que acaba. Fue bueno mientras duró, podría decirse del reciente ciclo que ha llevado el mejor jazz al teatro Real. Durante unos días han pasado rutilantes estrellas del género, y ahora acaba con un programa doble más que digno. Nada menos que con el saxofonista Paquito d'Rivera, que comparte velada con el gaditano Chano Domínguez, el pianista español que mejor ha conjugado el jazz con el flamenco. Ellos ponen punto final a un ciclo que ha elevado el jazz hasta un escenario poco dado a exponer otros géneros musicales que no sean la música clásica o la ópera.

De hecho, el festival se ha venido celebrando entre los descansos de La Bohème, cuyo magnífico decorado ha servido, sin embargo, para realzar más a las figuras del jazz que estos días han osado campar a sus anchas por un lugar de tanto rigor. También acaba el Latina Jazz, que durante todos los viernes de marzo ha llevado el jazz hasta el barrio de Aluche. Su fin llega con el virtuoso armonicista madrileño Antonio Serrano, que tocará acompañado por el piano del argentino afincado en Madrid Horacio Icasto. La Big Band de Bob Sands, que precisamente pasó por el Latina Jazz, acude este lunes a Boguijazz, cada día más afianzado como uno de los clubes nuevos que ya han cuajado una historia en el circuito del género en la capital.

En otros lugares de ese circuito, esta semana actúa Inoidel Jazz Quintet, el guitarrista Nono García, que lo arrima al flamenco, o la actriz Carme Conesa, que es, además, una estupenda vocalista. Lisa Otey, Arturo Soriano, Alex Caporuscio, Jorge Pardo, Joshua Edelman o Benny Lackner contribuyen estos días a dar lustre al jazz vivo de Madrid.

- Punkis contra metaleros. Buzzcocks son una de las bandas más veteranas del punk internacional. Contemporáneos de la banda británica Sex Pistols, llevan 30 años dando guerra, y aún parece que les queda mecha. Su sonido incendiario compite con el de los metaleros In Flames, el grupo sueco que comparte velada esta semana con los brasileños Sepultura.

En cualquiera de los dos conciertos está garantizado el ruido, el exceso, el estruendo y la velocidad, aunque los puntos de partida sean bien distintos entre el de los punkis y el de los dos grupos de metal. No menos contundentes resultan The Sisters of Mercy o Saïan Supu Crew, o incluso Infernoise, grupo español formado con los restos de Los Ángeles del Infierno.

- Entre amigos. Al extremeño vallecano Luis Pastor siempre se le ha considerado como uno de los grandes cantautores de España y escuela y referencia de generaciones posteriores.

Eso nunca ha cambiado su manera de ser, sencilla y amigable, que es lo que le ha servido para atesorar infinidad de amigos en toda su vida, aun procedentes de estilos bien diferentes al suyo. Acaba de publicar Dúos, un disco que recoge las distintas colaboraciones que a lo largo de su discografía había grabado con compañeros. Miguel Ríos, Leo Minax, Pedro Guerra, Martirio, Chico César, Luis Barbería, João Afonso son algunos, y a ellos se ha añadido ahora Bebe, a la que el cantautor ya invitaba hace tiempo a sus conciertos. Ella y algún otro de los que participan en el disco estarán el miércoles con Pastor presentando Dúos.

También el pucelano Eliseo Parra anda de presentación de nueva obra. De ayer mañana se llama, en un intento de reflejar su puesta al día de la música tradicional castellana.

Casi en las antípodas está la música de Christina Rosenvinge, tan influida por sus vivencias neoyorquinas. Presenta ahora su exquisito y dulce, a la vez que rabioso, nuevo disco, Continental 62, nombre que evoca el número de vuelo entre Madrid y Nueva York. En él se muestra de nuevo como una creadora total, capaz de tejer hermosas melodías huyendo de la música más comercial que alumbró a comienzos de su carrera.