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Crónica:Baloncesto | Liga ACB
Crónica
Texto informativo con interpretación

Scola reivindica el talento

El Tau, apoyado en el arte del argentino, supera al Madrid tras un partido lleno de músculos y mamporros

No es de extrañar que en esta pelea saliese triunfante aquel que en el momento clave supo extraer mayor rendimiento a las muchas cualidades que atesora y que mientras el partido transcurrió a garrotazos, no pudo exponerlas.

Los enfrentamientos entre Madrid y Tau se están convirtiendo año tras año en algo más que simples partidos. Teniendo en cuenta el gusto por lo físico que muestran, cada cita promete y generalmente ofrece batallas inclementes donde a los agravios anteriores se van sumando otros de diferente pelaje. La cita de ayer llegó a pocos días de que ambos se jueguen su presencia en la Final a Cuatro de la Euroliga. Quizás tratándose de otros hubiese aparecido alguna reserva. Pero entre estos dos equipos las treguas no existen y desde el salto inicial todos salieron con el cuchillo entre los dientes. Los regalos en forma de tiro cómodo o canasta debajo del aro estaban prohibidos, por lo que cada punto costaba un mundo. Se llevaban cinco minutos y si el Tau no atinaba (3 de 9), al Madrid le costaba aún más (2 de 10). El mayor damnificado de los derroteros que estaba tomando el partido era Bullock, incapaz de lanzar a canasta ni una sola vez y al que le sacaron del partido para no volver ya más. Afortunadamente para el Madrid, Rakocevic tenía piernas y ganas para sumar canastas y equilibrar la aparición, a mitad del segundo cuarto, del mejor Scola (21-26). El argentino hizo cuatro cosas, pero con tanto despliegue muscular a su alrededor, parecía que un bailarín se había colado en un combate de sumo.

REAL MADRID 62 - TAU CERÁMICA 73

Real Madrid: Sonko (4), Bullock (6), Scales (9), Hamilton (4), Reyes (9) -equipo inicial-; Hervelle (7), Rakocevic (19), Gelabale (2), Hernández Sonseca (2) y Fisher (0).

TAU Cerámica: Prigioni (10), Hansen (10), Jacobsen (0), Scola (25), David (6); Ukic (3), Erdogan (8), Splitter (11) y Vidal (0).

Árbitros: García Ortiz, Guirao y Sacristán. Excluyeron por personales a Reyes (m. 38).

11.300 espectadores en el Palacio Vistalegre.

4º CUARTO

3º CUARTO

2º CUARTO

1º CUARTO

16-16

13-15

20-17

13-25

Como no podía ser de otra forma, pues a empujones era difícil construir una diferencia sustancial, el partido llegó al último cuarto vivito y coleando (49-48). Desde hacía unos minutos, el Tau se había puesto en zona y el Madrid empezó a emitir señales negativas. Pero empezó el cuarto definitivo y Bullock metió un triple. El pabellón lo recibió como si el gol de Ronaldo se tratase. No era para menos, pues era la primera canasta del norteamericano. El partido, ya caliente, entró en erupción y en estos terrenos incontrolables nadie saca más provecho que Felipe Reyes. Es el rey de la pelea, del rebote entre cuatro, de la recuperación imposible a base de fe. Pero cuando mejor pintaba el asunto para el Madrid (55-51) el Tau sacó el martillo que tenía escondido. Dos más uno de Scola, triple de Erdogan, que como Bullock estaba con el casillero a cero, otro de Prigioni, un dos contra dos que lleva camino de convertirse en un clásico entre el base y el pívot argentinos y otro triple de nuevo de Erdogan. En medio, ataque tras ataque madridista chocando contra la zona. Total, 0-14 en cuatro minutos (55-65, m. 37). Debate cerrado.

Muchas veces se ha hablado ya de la falta en el Madrid de un base director y de un pívot que juegue con eficacia de espaldas a canasta. No es casualidad que el Tau se llevase el triunfo por tener a sus dos mejores hombres precisamente en las funciones donde el Madrid hace aguas. Prigioni fue vértice principal y Scola tuvo uno de esos días donde uno se reconcilia con el arte.

Rakocevic lanza a canasta.
Rakocevic lanza a canasta.EFE

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