"Liberalización no es igual que prosperidad"
Con el 30 de abril como fecha límite para que los 149 miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) lleguen a un acuerdo sobre la reducción de aranceles agrícolas, Peter Mandelson (Londres, 1953), comisario de Comercio de la UE, ha viajado esta semana a Suramérica para explicar a los principales países del Mercosur la oferta de la UE. Mandelson, que recibe a EL PAÍS durante una breve estancia en Buenos Aires, advierte del peligro ante el fracaso de esta ronda de negociaciones.
Pregunta. Usted insiste en que ha llegado el momento de la verdad en las negociaciones de la Ronda de Doha. ¿En qué afectaría a la vida corriente del conjunto de los ciudadanos un fracaso en estas conversaciones?
Respuesta. El mayor peligro es la pérdida de oportunidades para crear nuevo comercio, nuevas posibilidades de inversiones y de abrir nuevos mercados. La economía global no crecerá si permanece cerrada como está actualmente. No vamos a crear las posibilidades de crecimiento para los países en vías de desarrollo a menos que acerquemos esos países a la economía global. Estos cambios se deben llevar a cabo de forma prudente y progresiva. No se deben tomar riesgos. La dirección debe ser clara y sin ambigüedades. Y si lo único que hiciéramos en las rondas de la OMC fuera abogar por el statu quo y de manera de consolidar el comercio que ya existe estaríamos decepcionando a la gente.
P. ¿Cómo se convence a los gobiernos de que esta apertura es buena? Por ejemplo, en Argentina, en los años noventa, se abrieron los mercados en gran medida y, sin embargo, se generaron los mayores índices de pobreza y recesión.
R. La apertura del mercado no produce automáticamente beneficios económicos. No hay ninguna regla que diga que liberalización es igual a prosperidad. Depende de las condiciones. Depende de la conducción de la economía, del equilibrio de políticas del Gobierno... No me queda duda de que la protección de las economías de la competencia internacional perjudica su rendimiento. Si no pueden competir en los mercados internacionales, ¿cómo pueden crecer?, ¿cómo pueden exportar?, ¿cómo pueden llegar beneficios a productores y trabajadores? No obstante, la economía se integra globalmente e internacionalmente con cuidado y con juicio.
P. ¿Cómo se puede llegar a un acuerdo cuando las posiciones negociadoras son tan diferentes, incluso en el interior de algunos de los bloques, como en la UE, donde Francia lidera una posición más proteccionista y los países menos agrícolas otra?
R. La UE y EE UU están muy unidos. Hicieron una oferta increíble en referencia a la agricultura y esperamos una igualmente increíble por parte de los países en desarrollo en materia de industria. Hasta ahora no hemos visto esto. Se pretende que vayamos aún más a fondo en materia de agricultura, pero nosotros deberíamos ver que nuestros productos tienen un mayor acceso en sus mercados, deberíamos ver que se crea más comercio de manera de obtener resultados más equilibrados.
P. La opinión general en América Latina es que la UE exige cosas, especialmente en materia de política agrícola, que ella misma no cumple.
R. Estamos ofreciendo recortes realistas en los aranceles agrícolas, recortes sin precedentes en materia de subsidios. Nos comprometemos a eliminar varios aranceles para la exportación, en algunos casos nos hemos comprometido con recortes de hasta el 60%. En compensación, yo debo poder ofrecerles beneficios a aquéllos en nombre de los cuales llevo a cabo estas negociaciones; en este sentido, tenemos derecho a esperar una propuesta comprometida en materia de servicios y de comercio industrial, y una mayor liberalización de las economías en desarrollo para obtener mayores oportunidades de acceso para nuestros productos. Europa esta ofreciendo mucho y estamos dispuestos a ofrecer más, pero no si no obtenemos beneficios.
P. Algunas inversiones europeas en América Latina han sido objeto de polémica. ¿Cómo ve la salida de Aguas Argentinas (participada por la francesa Suez y la española Aguas de Barcelona) de Argentina?
R. Es muy importante la manera en que las empresas y las inversiones privadas extranjeras son tratadas. Espero que lo sucedido con Aguas Argentinas no produzca efectos negativos para futuras inversiones. Esto debe ser especialmente tenido en cuenta por el Gobierno argentino.
P. Gran parte de los conflictos de esos inversores viene generado por la congelación de tarifas decidida por el Gobierno.
R. No me corresponde a mí determinar o recomendar una tarifa adecuada. Eso es algo que debe resolver el Gobierno argentino. En todo caso, pienso que un país que quiere atraer inversiones debe ofrecer un nivel adecuado de confianza, certeza y previsibilidad a los empresarios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.