La industria del libro quiere llevar a la Cámara sus ideas sobre la gratuidad
El sector teme que su facturación se hunda con el préstamo de textos
Los representantes de la industria del libro de Euskadi han solicitado una comparecencia ante la Comisión de Educación del Parlamento vasco para explicar a sus miembros las nefastas consecuencias que, a su entender, tendría para el sector el sistema de préstamo de libros de texto. Están de acuerdo con su gratuidad en la enseñanza obligatoria, pero apuestan por el cheque o algún otro mecanismo que no reduzca su facturación.
Educación se encuentra a punto de presentar, a instancias del Parlamento, un nuevo modelo de financiación de los libros de texto, que incluirá la gratuidad de este material en la enseñanza obligatoria a través del sistema de préstamo. Con esta fórmula, los libros son propiedad del colegio, que los cedería a los alumnos de forma sucesiva durante cuatro años.
Las asociaciones del sector del libro de Euskadi, incluyendo el gremio de libreros, los editores en lengua vasca, los ilustradores y los traductores, levantaron ayer de nuevo la voz para expresar su preocupación, ya que la implantación del préstamo reduciría a la cuarta parte la venta de textos. Por ello, subrayaron en un manifiesto conjunto que no se oponen a la gratuidad de los libros, pero sí a que se aplique mediante el sistema de préstamo.
Este sistema "golpeará duramente" el sector del libro en general, pero, en especial, el de textos en euskera, ya que tiene "una fuerte dependencia" de los libros de enseñanza no universitaria, subrayó el presidente de la Asociación de Editores en Lengua Vasca, Jorge Giménez.
Hasta un 70%
La producción de textos de enseñanza no universitaria en euskera supone el 40% de la producción de libros en lengua vasca y casi el 70% de la facturación, según apuntó Giménez con los datos de un estudio reciente. "Es difícil estimar cuánto bajaría la facturación anual, porque quizá no todos los colegios pondrían en marcha a la vez el sistema de préstamo, pero, si así fuera, la facturación podría bajar un 70% tres de cada cuatro años", dijo. Resaltó que este descenso afectaría a la producción en euskera en general por la falta de ingresos.
Ante este panorama, el sector del libro se ha puesto "al servicio de la Administración" y ha pedido una comparecencia ante la Comisión de Educación del Parlamento para exponer a los partidos sus preocupaciones y alternativas. Los profesionales del libro consideran que el sistema "más neutro" para aplicar la gratuidad de los libros de texto es el denominado cheque-libro, pero están abiertos a otras opciones, como una rebaja en el Impuesto de la Renta, según explicó el presidente del Gremio de Editores de Euskadi, Javier Gogeaskoetxea.
"Solicitamos a Educación y a todos los grupos parlamentarios que tengan en cuenta la opinión que tiene el sector sobre este tema y estudien soluciones conjuntamente con nosotros", recalcó.
Cada familia desembolsa por cada hijo al comienzo de curso entre 180 y 230 euros sólo en libros. La gratuidad, en diferentes grados, es ya una realidad en siete comunidades y en Álava.
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