"Te gana cualquier partido"
Los barcelonistas dicen que Ronaldo aún marca diferencias
Dos goles consecutivos, uno en La Romareda y otro en el Bernabéu, han redimido a Ronaldo en un ejercicio futbolístico discutible; más que nada, porque suma 12 tantos, nueve menos que la temporada pasada. Discutido por su público, el brasileño mantiene, a sus 29 años, el cartel de artillero único en la mayoría de los estadios y el Camp Nou no es una excepción.
"Es un futbolista excepcional", argumenta Frank Rijkaard; "no por haber marcado ahora un gol le vamos a prestar mayor atención. La merece en cualquier encuentro. Que Ronaldo marque goles es lo más normal del mundo".
"Para enfrentarle hay que estar muy atentos", explica Puyol, que hoy reaparecerá en el Barça y, a buen seguro, se cruzará repetidamente con Ronaldo; "exige mucha atención. Habrá que vigilarle mucho y muy de cerca. El objetivo es evitar que pueda girarse y encare la portería. Ante el portero, tiene mucha tranquilidad y no suele fallar. Le respeto mucho porque, si tiene el día, puede ganar el partido él solo. Es uno de los mejores del mundo".
Ronaldo le ha marcado tres goles al Barcelona en cinco partidos. Un tanto suyo contribuyó decisivamente en la victoria blanca en el Camp Nou hace dos temporadas, después de una larga sequía que se remontaba a 1983.
"No podemos descuidarnos porque es punto y aparte", recuerda Ronaldinho; "aunque el Madrid tiene a muchos jugadores de gran calidad, Ronaldo come aparte. No necesito mirar la estadística para constatar que sigue siendo uno de los mejores delanteros".
"Tiene un don para no caer nunca en fuera de juego", expone Sylvinho. "Juega siempre por detrás de la pelota y sabe arrancar en el momento justo para ganar la espalda de los defensas", insiste; "el gol que marcó al Deportivo el pasado domingo es un buen referente para saber cómo se las gasta. Yo creo que es uno de los mejores, con Ronaldinho y Eto'o. Me parece muy gratuito y ventajista criticarle cuando no marca goles".
"Ronaldo es imprevisible", concluye Víctor Valdés, "lo que para un portero es muy complicado. Nunca sabes cómo va a rematar. No chuta a colocar como Larsson ni su disparo es muy fuerte, pero no sabes por dónde intentará batirte. Aguanta mucho y es muy frío".
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