_
_
_
_
_
Reportaje:FÚTBOL | Liga de Campeones

Oleguer, un líder muy normal

El central, que acaba de escribir un libro y al que le gusta cocinar, asume su nuevo papel en defensa

Oleguer Presas disfruta de su privilegiada profesión desde la perspectiva que le otorga su particular manera de entender la vida. Tal y como hizo en Málaga, en ausencia de Puyol, sancionado y de Márquez y Edmilson, lesionados, Oleguer afrontará hoy la responsabilidad de liderar la defensa, seguramente formando pareja en Das Antas con Sergio Rodriguez, Rodri, como sucedió en Málaga. Y no parece que la experiencia le haga perder la calma, sino que lo afronta con idéntica naturalidad a la última eliminatoria, ante el Chelsea.

Hace dos semanas, pasó la víspera ultimando en su ordenador portátil el libro Camino a Itaca, que presenta el próximo jueves, mientras, de reojo, echaba un vistazo a los fogones: para comer, aquel día, se preparó una ensaladilla rusa. "Me relaja meterme en la cocina", razona.

Más información
"El juego del Barça parece balonmano"
A cubrirse
El Barça busca sentenciar su pase en Lisboa

Esa naturalidad incluye pensar lo justo en el rival, sea Simão, Robben o Ronaldo. "No me obsesiono. Les conozco y punto. Total tanto hablar de si me las tendría que ver con Robben contra el Chesea y me tocó Duff". No se le vio nervioso contra el Chelsea: "No lo estaba. Fue un partido más, porque el límite de exigencia que me impongo nunca varía". Tampoco contra el Málaga: "Fue especial porque debuté allí, no porque faltara Puyol". Asume que aquella vez fue la única en que se sintió nervioso: "El debut en la Liga es lo que tiene".

"¿Has visto la naturalidad con la que viste? Una camiseta, unos pantalones, una sudadera. No necesita más para sentirse cómodo. Pues así juega, con esa simpleza", descubre Ten Cate, mano derecha de Rijkaard. "El fútbol es más simple de lo que parece y Ole lo interpreta perfectamente. Esa es su grandeza. Además de su capacidad física y técnica, que la tiene, es inteligente y juega con simpleza", apunta Sylvinho.

Eclipsado muchas veces por la vehemencia de Puyol a ojos de la afición, a Oleguer le sobran valedores en el vestuario. El primero, Rijkaard: "Siempre da la cara y está dispuesto a ayudar. En un equipo ganador es imprescindible tener jugadores como él". Le sigue Ronaldinho: "No parecerá futbolista, pero resuelve tantos problemas que me alegro de verle a mi lado". El director deportivo Txiki Begiritain, que le mejorará el contrato al final de temporada, le reconoce su capacidad para escoger siempre, "la opción más fácil", una calidad que Oleguer usa al hablar de Rodri. Y pensando en la posibilidad de que hoy el chaval de la cantera juegue a su lado, ni se inmuta: "¿Falta de expriencia? La experiencia queda en un segundo plano cuando haces lo que sabes".

Hace dos semanas, después de ganar al Chelsea y jugar un partidazo, Oleguer recogió en su furgoneta a los seis amigos que fueron a verle jugar al Camp Nou y se marchó a tomar unas cervezas. Al llegar a casa, como tenía hambre, cocinó unos espaguetis. Tan normal como liderar la defensa del Barça en la Champions League en un estadio cinco estrellas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_