El Romea abre sus puertas para celebrar el Día Mundial del Teatro

No es habitual que los espectadores que acuden a un teatro puedan pasear entre bastidores, curiosear por los camerinos y descubrir sus intimidades. Aún lo es menos que puedan experimentar qué se siente cuando se alza el telón o recitar un monólogo sobre el escenario con la ayuda de un actor profesional. Pero ayer era el Día Mundial del Teatro y había que celebrarlo. El teatro Romea abrió sus puertas al público y organizó una serie de visitas guiadas en las que mostraba algunos de los rincones más curiosos que alberga el viejo edificio de la calle del Hospital de Barcelona.

El Romea nació en 1863 como un teatro privado que contaba con el apoyo de la pequeña burguesía de la época. Desde entonces ha pasado por no pocas dificultades, pero también puede presumir de haber estrenado textos de dramaturgos de la talla de Àngel Guimerà, Josep Maria de Segarra y Josep Maria Benet i Jornet, entre otros. En 1997, la empresa Focus asumió la gestión de la sala, que cuenta con la dirección artística de Calixto Bieito y actualmente acoge las representaciones de Hamelin, a cargo de la compañía Animalario.

Roser Camí, Mingo Ràfols, Boris Ruiz y Carles Canut fueron los actores que hicieron de cicerone para los espectadores que, en reducidos grupos, visitaron el teatro. Además fueron los encargados de leer el mensaje internacional del Día Mundial del Teatro, que había escrito para la ocasión el dramaturgo mexicano Víctor Hugo Rascón.

Primer camerino

El recorrido tenía una de sus primeras paradas en la sastrería, el lugar en el que se dan los últimos retoques al vestuario, pero también "un punto de encuentro para los actores, que pasan allí las horas muertas o se reúnen para recibir las últimas indicaciones antes del estreno", explicaba Ràfols. Uno de los rincones más curiosos y, a la vez, más inaccesibles del Romea es su primer camerino. Como explicaba Boris Ruiz, desde que a los 18 años la actriz catalana Margarida Xirgu lo ocupó durante su debut en el teatro con Mar i cel, también se le conoce como "el camerino de la Xirgu".

El recorrido concluyó sobre el escenario del Romea, donde los actores contaron algunas anécdotas relacionadas con la historia de la sala y los visitantes más valientes se atrevieron a recitar textos de Ramón María del Valle-Inclán, Salvador Espriu y Jordi Silva.

El Mercat de les Flors de Barcelona celebró por su parte la jornada con la lectura de un manifiesto en el que la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña destacaba la importancia de la memoria para el actor. En el documento, que fue leído por el director de escena Francesc Nel.lo, se hacía un llamamiento a preservar esta "herramienta fundamental" de la profesión, en lugar de dedicar el día a "clamar las grandes ideas, a reivindicar los derechos perdidos o nunca conseguidos", a quejarse "de las carencias o a revivir viejos deseos", informa Europa Press.