Subcontratar la gestión a una empresa ajena

Subcontratar la gestión de un negocio a una empresa ajena puede reducir los gastos e incrementar los beneficios. Ésta es la filosofía de la compañía catalana Oliveras Coll & Associats (OC), que se dedica a administrar y ejecutar todo tipo de negocios que no forman parte del núcleo estratégico de sus clientes. Después de ocho años de experiencia, su fórmula ha resultado ser un éxito. En 2005 facturaron más de un millón de euros y a finales de este año abrirán una delegación en Madrid.

Su modelo es idóneo para 'pymes' que no cuentan con recursos ni experiencia necesarios para desarrollar un proyecto temporal

Como suele pasar con todas las nuevas ideas, los impulsores de este pionero modelo empresarial se encontraron con muchas dificultades para conseguir su primer cliente. "Las empresas se pensaban que al externalizar la gestión de alguno de sus negocios iban a perder el control", recuerda Jordi Oliveras, director de OC.

Pero este miedo infundado pronto se desvaneció. El equipo de 10 trabajadores liderado por Oliveras, ex director general del Fòrum de Barcelona, convenció a pequeñas y medianas empresas (pymes) de que al subcontratar la administración y ejecución de negocios secundarios podían reducir los costes e incluso multiplicar los beneficios. "Nuestro modelo empresarial", señala Oliveras, "es idóneo para las pymes que no cuentan con los recursos ni la experiencia necesarios para desarrollar un proyecto con fecha de caducidad".

Para asumir tal responsabilidad, OC cuenta con una red de colaboradores externos "de contrastada eficacia en sus respectivas áreas profesionales", quienes trabajan bajo la dirección de esta compañía, explica su director. En caso de tratarse de proyectos "que requieren un mayor grado de especialización", OC establece "alianzas puntuales con los socios más adecuados para garantizar su óptimo desarrollo", afirma.

La flexibilidad es otra de las ventajas que ofrece este tipo de subcontratación. En vez de organizar una nueva estructura empresarial, que supondría crear nuevos compromisos laborales, OC ofrece la posibilidad de hacerse cargo de la totalidad del proceso, liberando a sus clientes de cualquier carga impositiva una vez finalizado el contrato.

"El resultado fue muy satisfactorio", recuerda Joan Molins, consejero delegado de Cementos Molins y ex presidente de Fira 2000, empresa encargada de construir la ampliación de Fira de Barcelona y que en su día delegó la gestión a OC. "Al subcontratar sus servicios nos ahorramos mucho tiempo y dinero", destaca. "Subcontratar la gestión es recomendable para proyectos temporales que no necesitan una estructura propia", afirma Molins.

Para que los clientes puedan delegar la gestión sin tener que preocuparse por el resultado final, OC cobra sus honorarios en función de si consigue o no el objetivo marcado desde el principio. Para compensar los gastos estructurales y los trabajos necesarios para ejecutar el encargo, cobra una retribución fija durante el tiempo que dura el contrato.

Uno de sus actuales clientes es Aguas de Barcelona (Agbar), que hace dos años le confió la gestión de su patrimonio inmobiliario auxiliar "para ponerlo en valor", explica Leonard Carcolé, director general de Agbar para Cataluña y Baleares. "Aunque no forma parte de nuestro núcleo estratégico, esperamos que puedan reportarnos importantes plusvalías", añade. Para ello, acaban de ampliar su contrato hasta 2008.

Entre los clientes de OC también se encuentran las Universidades Politécnicas de Cataluña y Madrid, que le encargaron desarrollar una idea que habían concebido conjuntamente. El resultado de ese concepto teórico se materializó en la AIDIT, "una entidad altamente cualificada para certificar los proyectos de I+D de las empresas", explica su directora, Ana Sánchez. "OC también contribuyó a crear un mercado entonces inexistente", apunta. Actualmente AIDIT cuenta con 200 clientes y en 2005 facturó cerca de un millón de euros.