El alto el fuego de ETA se fraguó a través de intermediarios en Suiza y Noruega
Los encuentros permitieron garantizar el cese permanente de la violencia
La declaración de alto el fuego permanente que difundió ETA el miércoles 22 de marzo se fraguó en contactos celebrados en Ginebra (Suiza) y Oslo (Noruega) desde junio del año pasado, según fuentes del entorno abertzale. En esos contactos participaron intermediarios enviados por los socialistas vascos y la banda terrorista. El sentido de las reuniones era garantizar las condiciones para un cese permanente de la violencia, sin establecer ninguna negociación política. Facilitadores de una organización internacional ampararon los encuentros.
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En agosto de 2004, ETA trasladó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero su disposición a un diálogo que condujera al abandono de las armas. Desde aquella fecha hasta el verano pasado, el Ejecutivo socialista fue comprobando la voluntad de abrir una etapa nueva, alejada de la violencia, por parte de la organización terrorista y de su entorno. Era la condición para explorar la posibilidad del comienzo del proceso para el fin de la violencia.
Las conversaciones entre los intermediarios se celebraron en las ciudades de Ginebra y Oslo, amparadas por facilitadores de una organización internacional.
En julio de 2005 se produjeron contactos indirectos en Ginebra con la mediación de esa organización para alcanzar las condiciones mínimas exigidas en la declaración del Congreso para poner en marcha una eventual salida negociada. En noviembre ratificaron esas condiciones durante un segundo encuentro celebrado en Oslo.
El intermediario de ETA trasladó entonces a su interlocutor la decisión de la banda de declarar un alto el fuego permanente, aunque aclaró que la organización terrorista se reservaba la fecha en la que comunicaría su decisión.
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