El Gobierno regional denuncia a Salgado por acusarle de dañar la sanidad

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid acordó ayer emprender acciones judiciales contra la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, por sus "declaraciones inadmisibles e inaceptables" en las que acusó a responsables del Gobierno autónomo de actuar contra la salud de los madrileños, con ocasión del desarrollo de la conocida como ley antitabaco.

El PSOE acusó, por su parte, al PP de realizar una política de crispación para ocultar su mala gestión.

El portavoz del Ejecutivo regional, Ignacio González, declaró tras la reunión del Consejo de Gobierno de ayer que "no es presentable imputar, como no había ocurrido nunca, una actuación contra la salud pública" al Gobierno regional. "Pese a los esfuerzos que hemos venido realizando para que Salgado rectificase públicamente, lamentablemente, no ha quedado más remedio que interponer esta querella", agregó González.

Por su parte, el portavoz socialista en Sanidad de la Asamblea de Madrid, Lucas Fernández, declaró que con la querella "el PP de la Comunidad lleva a cabo una estrategia política de crispación y confrontación para ocultar su mala gestión en los servicios públicos que presta a los ciudadanos".

Fernández también aseguró que resulta "irónico" que el Consejo de Gobierno de la Comunidad acuerde presentar una querella contra la ministra de Sanidad por unas declaraciones, cuando la propia Esperanza Aguirre tildó de "sectario" al delegado del Gobierno, "y el PP lleva toda la legislatura insultando". Puso como ejemplo que Antonio Beteta, portavoz del PP, llamó "escorpión y fascista" a Rafael Simancas, líder del PSOE regional, o "serpiente" a Ruth Porta, secretaria de Política Institucional.

Listas de espera

"El crecimiento en las listas de espera diagnósticas, la manipulación de las listas de espera quirúrgicas, la falta de tiempo de los médicos de familia para atender debidamente a los pacientes, el colapso de las urgencias en los hospitales, son cuestiones de las que Esperanza Aguirre y su consejero Lamela deberían ocuparse por el bien de los madrileños, y no de seguir la política de confrontación e insultos al Gobierno de España", dijo.