Provocación en Jaffa

Las casas de los árabes de Jaffa, antigua ciudad ya convertida en un barrio de Tel Aviv, aparecieron ayer empapeladas con carteles que instaban a sus moradores a emigrar a otro país. Les prometían una compensación.

Por la tarde, Michael Kleiner, presidente de Herut, partido extremista que promueve la "transferencia", es decir, expulsión, de los palestinos que aún viven en Israel, se presentó en el vecindario con 15 partidarios para difundir su propuesta. "Racista", "vete a Alaska", "sois quienes queréis quebrar la convivencia", gritaron exaltados varios palestinos. Uno de los provocadores sacó un fajo de billetes, que tras el manotazo de un vecino voló por los aires para provecho de los árabes.

Se fueron los militantes radicales judíos después de asegurar a los residentes que el país se lo otorgó Dios a Israel, no a Ismael ("padre" de los árabes).

Más tarde, la policía impidió acudir a Jaffa Baruch Marzel, otro dirigente y candidato electoral de Herut que el lunes pidió el asesinato de un pacifista israelí.

Por otro lado, el Ejército israelí mató ayer a tres militantes de Yihad Islámica en Gaza en las proximidades de la valla que bordea la franja en el control militar de Kisufim. Según un portavoz militar, los tres hombres pretendían colocar explosivos.

El grupo fundamentalista confirmó la pertenencia de los muertos a su organización y prometió venganza. Yihad ha intentado perpetrar dos atentados terroristas esta semana en suelo israelí que fueron abortados por las fuerzas de seguridad.