Los lores prohíben a una alumna británica ir al colegio con 'jilbab'
El tribunal británico considera que el uniforme escolar protege de las presiones
La británica Shabina Begum, de 17 años, perdió ayer su pleito por vestir en clase la jilbab (túnica larga) islámica. En una decisión unánime, los jueces de la Cámara de los Lores, en su función como tribunal de última instancia, consideraron que el derecho a expresar la religiosidad no es ilimitado, que el uniforme que el centro escolar fija para las alumnas "respeta las creencias musulmanas" e incluso que las protege de las presiones familiares para vestir el jilbab. El Consejo Musulmán Británico lamentó el dictamen, porque considera que da prioridad al vestuario frente a la educación.
"Muchas mujeres no reclaman lo que realmente desean. Todavía no comprendo por qué me mandaron a casa cuando simplemente estaba practicando mi religión", dijo ayer Shabina Begum. La chica cumplió con el reglamento escolar hasta septiembre de 2002. Musulmana creyente y practicante, acudía a clase con un fular en la cabeza y vistiendo el salwar kamisi, conjunto de pantalón y túnica por debajo de las rodillas. Su colegio de Luton, el Denbigh High School, incluía este tipo de prendas en su normativa referente al uniforme escolar, que había acordado en consulta con los padres, profesores, autoridades locales y asociaciones islámicas. Pero al comenzar el nuevo curso de 2002, Begum entró al aula vistiendo una túnica larga, desde el cuello hasta los pies, la tradicional jilbab. Los profesores le denegaron la entrada hasta que no vistiera el uniforme, por lo que supuso, de hecho, lo mismo que una expulsión del colegio.
Huérfana de padres y apoyada por su hermano mayor, Begum, inició entonces trámites legales contra el Denbigh High School, al que acusó de negarle su derecho a recibir una educación. Cherie Booth, esposa del primer ministro Tony Blair, defendió su caso ante las instancias judiciales, reclamando para su joven cliente el "derecho a preservar su identidad y valores" culturales y religiosos. En marzo de 2005, el Tribunal de Apelación falló en su favor y dictó que, aunque el colegio estaba en su derecho a imponer un uniforme específico, nadie había tenido en consideración el derecho de la colegiala a negarse a cumplir la norma.
El Denbigh apeló y ayer los jueces lores le dieron la razón. Reunidos en Tribunal de máxima instancia, cinco lores decretaron por unanimidad que el centro escolar "se había esforzado enormemente para diseñar una normativa en cuanto al uniforme que respetara las creencias musulmanas". Y de acuerdo con uno de los jueces, Lord Bingham, el reglamento se acordó de una "forma inclusiva, sin intimidaciones y sin oposición". "En mi opinión, sería irresponsable por parte de un tribunal, sin la experiencia, los antecedentes y el detallado conocimiento del director, profesores y gobernadores del colegio, invalidar su juicio de valor en un asunto tan sensible como este", señaló Lord Bingham en su explicación del fallo.
Previamente, los lores habían escuchado que el 79% del alumnado del Denbigh, e incluso algunos de sus directores, profesan el Islam. También se confirmó durante la vista que otros colegios de Luton, población al norte de Londres, permiten a las escolares vestir la jilbab. En uno de ellos se matriculó posteriormente Begum al interrumpir sus estudios de secundaria tras ser expulsada del Denbigh.
Los jueces también eximieron de culpa al Denbigh en este apartado. Porque la interrupción en los estudios, prosiguió Lord Bingham, fue consecuencia de la negativa de la joven estudiante a "cumplir con una normativa que la escuela tenía derecho a imponer y que parece aceptable por una mayoría de los musulmanes". Los jueces recordaron que Begum conocía el reglamento al matricularse en el Denbigh y denegaron que se hubiera violado su derecho a recibir una educación, según ella reclamaba amparada en la legislación en Derechos Humanos.
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