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Unos 200 vecinos de Fuencarral se manifiestan contra los parquímetros

Daniel Verdú

Cumplidos un mes y una semana de la primera protesta contra los parquímetros, unos 200 vecinos de Fuencarral-El Pardo volvieron a salir ayer a la calle para expresar su indignación por la ampliación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER). Como de costumbre, los vecinos se reunieron en la confluencia de las calles de Sangenjo y de Narcís Monturiol. Pero ayer decidieron no cortar la M-30, sino realizar un recorrido por las principales calles del barrio.

La concentración comenzó con el ya tradicional parlamento de Jesús Otero, el portavoz del movimiento vecinal, que anunció que se ha constituido legalmente la Plataforma Parquímetros No de los vecinos de la calle de Sangenjo, de la cual él será el presidente. A continuación, explicó que la Delegación del Gobierno en Madrid ha autorizado manifestaciones para los días 24, 27 y 31 de marzo por las calles aledañas a la de Sangenjo, siempre que no corten la M-30. Además, anunció que el próximo sábado los vecinos de las distintas zonas afectadas por la extensión de los parquímetros realizarán una manifestación conjunta que partirá desde la plaza de Callao hasta la plaza de la Villa.

Coreando las habituales consignas de "¡Gallardón, dimisión!" y "¡El barrio unido, jamás será vencido!", los vecinos desfilaron por la calle de Sangenjo hasta la calle de Ginzo de Limia. Megáfonos, pitos y, ayer, más octavillas que vecinos. Un hombre repartía carteles con el lema de Parquímetros, no. "Colgadlos, que he saturado la fotocopiadora de la empresa para poder traerlos", decía a la gente mientras los repartía.

La marcha prosiguió por la calle de Alfredo Marqueríe y llegó hasta la pasarela que cruza la M-30 hasta el barrio de Begoña y el hospital Ramón y Cajal. Estaba previsto que la manifestación llegase hasta dicho centro sanitario, pero se quedó al otro lado de la vía y los vecinos estuvieron gritando frente a unos bloques de viviendas cuyos vecinos, según ellos, "no han bajado ni un día a protestar por esta injusticia". Durante cinco minutos vociferaron consignas como "¡Vecino, escucha, ésta es tu lucha!", y finalmente, regresaron por una de las calles colindantes hacia el punto de partida de la protesta.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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