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Detenidos siete 'narcos' con 403 kilos de cocaína listos para distribuir

La policía registra tres pisos en la capital, Alcobendas y Boadilla

F. Javier Barroso

Una operación conjunta de la Policía Judicial de la comisaría de Carabanchel y de la Brigada Provincial ha permitido la desarticulación de una banda dedicada al tráfico de cocaína a gran escala. Los agentes han detenido a los siete supuestos integrantes de esta red, todos de nacionalidad colombiana. También han logrado decomisar 403 kilos de estupefacientes de altísima pureza que iban a ser distribuidos por la región y por la costa de Levante. Las investigaciones han permitido descubrir el laboratorio que tenían en un piso de Ciudad Lineal y dos viviendas alquiladas en las que se escondían los criminales.

Las investigaciones que han permitido estas detenciones comenzaron hace unos dos meses en los bares de ocio del distrito de Carabanchel. Los agentes de la Policía Judicial de esta comisaría siguieron a personas que frecuentaban estos locales y que se dedicaban a mover gran cantidad de estupefaciente. Las vigilancias permitieron identificar a todos los integrantes de la banda y los pisos que tenían alquilados, según explicó el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, el comisario José Manuel Calleja.

Los arrestos se produjeron el pasado viernes cuando los agentes de la comisaría de Carabanchel y los del Grupo XIX de la sección de Estupefacientes comprobaron a las 7.30 que salía del chalé, situado en el Sector B de Boadilla del Monte, un turismo de la marca Ford, cuyo conductor tomaba muchas precauciones para detectar si era perseguido por la policía. Los agentes lo abordaron en la M-40 y comprobaron que era conducido por Hugo Hernán H. T., de 30 años.

En el interior del vehículo fueron hallados 150 kilos de cocaína de una pureza del 90%. Su destino final era la costa levantina. Ese mismo día también fue interceptado por los agentes un Peugeot 206. Lo conducía Fredy Alberto Q. M., de 35 años, que transportaba 25 kilos de estupefacientes, según comentó el inspector Fidel Sanz, jefe de la Policía Judicial de Carabanchel.

Estas detenciones propiciaron la captura del resto de los integrantes de la banda y del registro de los pisos. En el chalé de Boadilla fueron incautados 228 kilos de cocaína en paquetes de un kilo de peso. Aún tenían restos de arena de playa, según fuentes del caso. Los agentes también decomisaron diversos ordenadores y material informático, una pantalla de plasma y 12.000 euros en efectivo. Una de las detenidas, Jenny Esperanza L. M., de 31 años, intentó deshacerse de parte de la droga tirándola por el inodoro.

Los investigadores tenían localizado un segundo piso utilizado por la organización. Estaba en el número 3 de la avenida de la Vega, en Alcobendas. Allí vivía el máximo responsable de la organización, Olmes Ancizar Q. M., de 39 años.

Los policías localizaron en el interior de su vehículo varios relojes de lujo y una maleta tipo trolley con numerosos fajos de billetes, cuyo importe total asciende a 1.333.500 euros. Procedían de operaciones anteriores de venta de droga.

La organización tenía el laboratorio de adulteración de la droga en un piso de la calle de Nicolás Salmerón, en el distrito de Ciudad Lineal. En la vivienda se hallaron sustancias para adulterar el estupefaciente, tales como fenacetina, inositol y acetona, además de una prensa utilizada para el corte de la droga y numerosas bolsas de papel con sustancias de color blanco.

El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, felicitó ayer a los agentes que intervinieron en la operación y destacó "la capacidad de las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado". "La investigación nace de una comisaría de distrito, lo que permite hablar del potencial de persecución del delito de nuestra policía", comentó Constantino Méndez, que cifró en 50 millones de euros el valor de la droga en el mercado.

Los detenidos, todos de nacionalidad colombiana, carecen en España de antecedentes policiales. Los investigadores esperan ahora que las autoridades colombianas certifiquen si tienen algún caso pendiente en su país. Los agentes también han recuperado siete coches sustraídos, uno de ellos robado en Italia. Cubrían todos los estamentos de la venta y distribución de droga, incluida la adulteración.

Pese a que el grupo está totalmente desarticulado, las pesquisas continúan abiertas ya que el máximo responsable de la organización tenía un negocio de joyería supuestamente utilizado para el blanqueo del capital conseguido por el narcotráfico. Los detenidos han sido acusados de un delito contra la salud pública.

Un trabajo distribuido

El grupo desarticulado por la Jefatura Superior de Policía de Madrid tenía muy distribuidos las tareas de cada uno de sus componentes. Como cabeza de la organización y depositario del dinero procedente de su actividad ilícita estaba Olmes Ancizar Q. M., de 39 años.

Hugo Hernán H. T., de 30 años, se dedicaba fundamentalmente a la ocultación de la droga. En esta labor trabajaba con Jenny Esperanza L. M., de 31 años, que después vendía la droga a varios distribuidores de la región. Dentro de la organización, Julián Humberto T. M., de 38 años, se encargaba de adulterar la cocaína con el objeto de conseguir el mayor beneficio comercial.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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