Los conductores del metro convocan paros los días 23, 28 y 30 de marzo
El Sindicato de Conductores de Metro de Madrid, que reúne al 80% de estos empleados del metro (el 25% del total de trabajadores de la empresa), va a reunirse mañana para decidir si mantiene los paros convocados para los próximos 23, 28 y 30 de marzo, así como para el 3, 4 y 5 de abril. Los convocantes exigen más medidas de seguridad y calidad en el servicio.
Los días de huelga dejarán de circular trenes entre las siete y las nueve de la mañana, y entre las siete de la tarde y las nueve de la noche.
Según un comunicado de este sindicato, en el que también piden disculpas por dejar de prestar el servicio esos días, los convocantes de esta huelga justifican la decisión en que la dirección de Metro se ha negado a dialogar con ellos sobre sus peticiones "encaminadas a prestar un servicio con más garantías en materia de seguridad y de mayor calidad".
Este documento, entregado a los usuarios del suburbano, hace una relación de las reivindicaciones de los conductores de Metro: "El deterioro continuo en las condiciones laborales y económicas, la movilidad y dispersión geográfica en la categoría, la falta de formación y de los necesarios cursos de reciclaje, la penosidad, peligrosidad y toxicidad en nuestro puesto de trabajo, la falta de mantenimiento en el material móvil y en las instalaciones de la red, la inseguridad en el puesto de trabajo, otras reivindicaciones en materia de normativa interna desfasadas en el tiempo y necesarias de modificación".
"Difícil negociación"
La directora de recursos humanos de Metro, Milagros Ayuso, afirmó ayer a Europa Press que "será difícil cualquier tipo de negociación, ya que hay un convenio colectivo vigente por cuatro años, y al que los trabajadores han de atenerse".
Según explicó, "el año pasado se firmó con el Comité de Empresa y por tanto, con el sindicato ahora convocante, un convenio colectivo vigente hasta el próximo 2008 por el cual los trabajadores acataron una serie de reglas que deben cumplirse".
Ayuso concluyó que esto hace que cualquier tipo de reivindicación "quede fuera de lugar". Respecto a las demandas de los empleados, la responsable de recursos humanos manifestó que teniendo un convenio colectivo recién firmado hay que atenerse a las reglas del juego durante el periodo de tiempo en que esté vigente.
"Ahora no es un buen momento para tratar de volver a regular las relaciones laborales de los colectivos que ahora se ven constreñidos", subrayó.
La falta de acuerdo con los sindicatos que representan a los trabajadores del metro han impedido hasta ahora, entre otras cosas, que el Gobierno regional haya cumplido su promesa electoral de que los servicios del suburbano funcionaran también por la noche durante el fin de semana. Los sindicatos reclamaban en este caso un aumento de plantilla, que el Ejecutivo de Esperanza Aguirre no aceptó.
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