Una historia poco original

Soy argentina y llegué a Madrid en diciembre de 2000 para hacer un master en Televisión. En febrero de 2001 comencé mis prácticas como becaria en la Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana (ATEI) y mi reciente maternidad ha resultado ser "el pequeño gran detalle" de esta historia. Pude disfrutar de mis 16 semanas de baja por maternidad y antes de que finalizara informé a los responsables de la empresa de mi intención de reincorporarme al trabajo, solicitando la reducción de jornada para el cuidado de mi hija. Solicitud que me fue denegada y que posteriormente concluyó en mi despido. La situación que se plantea con este despido, realizado en una institución que depende, casi exclusivamente, de la ayuda financiera del ministerio de Educación de España y que está tutelado bajo el lema Proyecto Cumbre de Cooperación Iberoamericana, es penosa. Es contradictorio que mientras el discurso oficial del actual Gobierno sea la "conciliación familiar" y el terminar con la "discriminación sexual en el ámbito laboral", en instituciones que dependen financieramente de uno de sus ministerios el derecho a la reducción de la jornada tras un hijo sea causa de despido. ¿Acaso no es esto una de las infracciones consideradas como "muy graves" en la actual Ley de Igualdad? La historia no es original, esto es lo lamentable. Sucede casi todos los días en distintas empresas, y la ATEI, por lo visto, no es una excepción.