Beckham y Ronaldo coinciden en el banquillo
Juan Ramón López Caro dispuso ayer otro banquillo conspicuo. En lo más sobresaliente de la hilera de asientos del Bernabéu, azules, mullidos, ergonómicos, estaban Beckham y Ronaldo. Ambos representaron hace un par de años la culminación del proyecto encabezado por Florentino Pérez en el Madrid.
Una vez fichados estos dos futbolistas, en 2003, el ahora ex presidente contempló a su plantilla con el mismo embeleso que el emir de Dubai a su cuadra de caballos. Entre los dos, la marca del club ganó gran parte del atractivo que le valió la firma de los mejores contratos de patrocinio: Audi, Pepsi, Adidas, Siemens... A cambio, Beckham y Ronaldo se repartieron todo tipo de privilegios exclusivos. Gozaron de la confianza personal de Pérez, que los eligió para concederles una suerte de tratamiento familiar.
Pero ayer López Caro, el menos poderoso de los entrenadores que han pasado por la caseta blanca en el último decenio, los borró para configurar un equipo inédito. Otro más en la sorprendente colección de alineaciones del técnico de Lebrija, que no repite formación desde la goleada que recibió en La Romareda (6-1) hace mes y medio.
La ausencia de Ronaldo no fue una novedad. El delantero frecuenta el banquillo desde que Pérez resolvió dimitir. Empezó entre los suplentes los anteriores partidos de Liga, contra el Atlético y el Valencia, y la jornada de ayer sigue el mismo hilo. López Caro, que dice estar amparado por "criterios", se confiesa defraudado por el rendimiento del brasileño en los partidos importantes. Sin embargo, Ronaldo dispuso ayer de media hora: su entrada fue respondida con aplausos y pitos por la hinchada.
Más extraña resultó la suplencia de Beckham, que fue baja por decisión técnica por primera vez en el Bernabéu. Su caída coincide con la polémica que mantuvo la semana anterior, cuando dijo que había jugado lesionado en Highbury ante el Arsenal y el entrenador no le dio crédito.
Aquella contradicción cuestionó la honradez de Beckham tanto como la perspicacia de López Caro. Ayer Beckham no pasó de la raya: se calentó un rato al costado y volvió a la caseta.
La última vez que Beckham fue baja porque el entrenador lo quiso, en diciembre de 2004, el responsable del equipo era García Remón. El centrocampista regresó de una lesión y el técnico resolvió no contar con él de salida en El Sardinero. El inglés vio el partido sentado y a la siguiente jornada García Remón fue destituido.
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