El sillón más caliente

Es uno de los cargos políticos que más quema en la ciudad de Alicante a tenor del desfile de inquilinos que han pasado por él en la última década. El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Alicante ha ido cambiando de portavoz, en la mayoría de los casos debido a crisis internas, hasta en siete ocasiones desde 1995, cuando el PP desalojó al PSPV de la alcaldía de la capital alicantina.

El primer jefe de los socialistas en la oposición, fue el ex alcalde Ángel Luna. Apenas resistió en el sillón un año. Luna alegó motivos personales y profesionales para dejar el puesto. El ex primer edil pasó a engrosar la nómina del primer empresario de la ciudad, el constructor Enrique Ortiz. Precisamente, un proyecto urbanístico adjudicado al promotor, el Plan Rabassa, está en el origen de la última crisis del grupo municipal, que ha costado el cargo a Blas Bernal.

Luna fue sustituido en el cargo por el concejal Alejandro Bas. Tampoco éste aguantó la presión de jefe de la oposición y, un año después, no sólo dejó el puesto, sino incluso el grupo socialista y pasó a integrar el grupo mixto. Al siguiente mandato, Bas desapareció del mapa político local y se dedicó de pleno a su actividad como abogado.Los dos últimos años del primer mandato del PSPV en los escaños de la oposición fueron liderados por la desaparecida María Ángeles Palmer. En las municipales de 1999, el cabeza de cartel del PSPV fue el profesor de la Universidad de Alicante José Antonio Pina. Éste, con el apoyo del entonces secretario general local, el senador Ángel Franco, ganó las primarias. Sin embargo, a medida que transcurrió la legislatura el distanciamiento entre Pina y Franco creció. El portavoz, desengañado y ante la evidencia de que no iba a repetir, dimitió. Le sustituyó Blas Bernal, al final vencedor de las primarias de 2003.

Bernal, a la sombra de Ángel Franco, comenzó como portavoz del grupo municipal el mandato de 2003. Sin embargo, la enésima batalla intestina de los socialistas ha acabado por desalojarlo del cargo. Bernal y Franco comenzaron su declive cuando el segundo dejó la secretaria general local en manos de Juan Antonio Román. Éste fue el que inicio, en abril de 2005, las hostilidades contra la dirección del grupo municipal tras la decisión de los ediles de respaldar el plan Rabassa que impulsa el equipo de gobierno del PP.