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Maragall califica de "dudoso y precipitado" el acuerdo estatutario entre Zapatero y Mas

El presidente de la Generalitat culpa al líder de CiU de los recortes del Estatuto

Miquel Noguer

Pasqual Maragall dijo ayer alto, claro y en sede parlamentaria lo que en las últimas semanas había venido insinuando veladamente y con rodeos. El presidente de la Generalitat calificó de "precipitado" y "dudoso" el pacto estatutario alcanzado en enero por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de Convergència i Unió, Artur Mas. Maragall llegó a esta conclusión tras criticar que el traspaso del aeropuerto de Barcelona a la Generalitat quedara fuera del acuerdo y culpó a Mas de que el término "nación" para definir Cataluña se haya relegado al preámbulo.

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En la sesión quincenal de control al Gobierno catalán y en respuesta a una pregunta de Artur Mas, Maragall no dudó en tratar de culpar a Artur Mas de todos los escollos que están encallando el final de las negociaciones del Estatuto en las Cortes. Irritado con el jefe de la oposición por sus reiteradas críticas a la "falta de liderazgo" del presidente de la Generalitat en la recta final de las negociaciones, Maragall defendió el conjunto del texto y en especial el modelo de financiación que incluye, pero fue tajante en sus críticas a cómo ha llevado CiU la negociación.

"Estamos decidiendo después de 25 años, y probablemente por 25 años más, el lugar que ocupa Cataluña en la política española y creo que se está haciendo razonablemente bien, pese al pie forzado de un acuerdo que a mi me parece dudoso y quizás precipitado", dijo Maragall.

Y acto seguido explicó por qué considera que Cataluña puede haber dado un paso atrás en la definición pactada por Mas y Zapatero pero que también ha contado con el apoyo de los negociadores del PSC. Recordó Maragall que, dejando a parte la definición de Cataluña como nación presente en el preámbulo, el articulado y la Constitución continúan considerando a Cataluña como "nacionalidad histórica". Y este calificativo, antes utilizado para definir a sólo tres comunidades ha perdido valor pues, según el presidente catalán, "ahora ya hay siete u ocho nacionalidades históricas reconocidas y nada impide que las 17 comunidades lo acaben siendo".

La segunda crítica hacia el acuerdo que Artur Mas defiende a capa y espada vino por la gestión del aeropuerto de Barcelona. Maragall recordó al jefe de la oposición que, pese a sus acuerdos con Zapatero, este tema no está cerrado y le recordó que con el aeropuerto "se trata de decidir si jugamos fuerte en el escenario europeo o no".

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Publicación de estudios

Mas, visiblemente contrariado, no tuvo reparos en responder hurgando donde más le duele a Maragall. "¿Se podía ir más allá? Quizás sí, pero se ha ido hasta aquí por primera vez y no precisamente gracias a usted como presidente de la Generalitat". El comentario de Mas causó un gran barullo en la bancada del tripartito, que se hizo todavía más potente cuando Mas acabó su intervención instando al presidente a "hacer alguna cosa por el aeropuerto del Prat para que no le tengamos que sacar las castañas del fuego los demás".

Estatuto a parte, Maragall anunció ayer que su Gobierno publicará a partir de ahora todos los informes, sondeos y estudios que encargue a empresas externas. Este compromiso llega después de la tormenta política que se ha desatado en Cataluña al dar a conocer el Gobierno que su gasto en este ámbito en los últimos dos años ha alcanzado los 72,9 millones de euros. El diputado del Partido Popular Daniel Sirera elevó ayer el tono de sus críticas y acusó al Gobierno de haber "derrochado dinero público" y de haberlo entregado a "familiares" "conocidos" y "ex jefes de prensa" a través de la contratación de estos estudios. Por ello pidió la creación de una comisión de investigación, a lo que Maragall ya avanzó que se va a oponer. CiU, cuya gestión de estudios y encuestas está siendo investigada por la fiscalía, eludió pronunciarse sobre este punto.

Pasqual Maragall, en el Parlamento de Cataluña. A la izquierda, , <i>conseller</i> en cap.
Pasqual Maragall, en el Parlamento de Cataluña. A la izquierda, , conseller en cap.EFE

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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