Sarah Jessica Parker, una 'Novia por contrato'
La actriz presenta una comedia que se estrenará en España en el mes de abril
Siete temporadas interpretando a Carrie Bradshaw en la popular serie de televisión Sexo en Nueva York dice que no le han marcado, pero sí que ha sido un acontecimiento importante en su vida. Sarah Jessica Parker presentó ayer en Madrid la comedia Novia por contrato, que protagoniza con Matthew McConaughey y que se estrenará en España el próximo 21 de abril. En la película, la actriz interpreta el papel de una profesional de la seducción que es contratada por un matrimonio, formado por los actores Terry Bradshaw y Kathy Bates, hartos de que su hijo, Matthew McConaughey, sea, a los 35 años, un solterón empedernido que parece no estar dispuesto a abandonar la casa familiar, en donde vive cual huésped de hotel de cinco estrellas de forma gratuita. La actriz, casada en la vida real con el actor Mathew Broderick, confiesa que entre el protagonista McConaughey y ella hubo una relación estupenda durante toda la película: "Si hay o no química entre dos actores se nota desde el principio, y entre nosotros la hubo", indicó.
Sarah Jessica Parker, ganadora de un emmy y cuatro globos de oro, a punto de cumplir 41 años, dice que no se siente incómoda haciendo comedia en el cine, pero que en breve estrenará un drama. "No es que la comedia sea especialmente lo mío. En La joya de la familia mi papel lleva toda la carga dramática del guión, y en Novia por contrato interpreto a una mujer ya formada, que descubre el amor de una manera muy poco usual". Cree que en Hollywood se están haciendo mejores papeles para las mujeres que han superado la barrera de los 40, y eso es porque "en estos momentos ya hay mujeres en los puestos de responsabilidad en los grandes estudios". El próximo largometraje que se estrenará en Estados Unidos, Spinning into butter, es un filme de Mark Brokaw sobre "los conflictos raciales que se producen en una escuela", y que protagoniza junto a Miranda Richardson y Beau Bridges.
La actriz, considerada un icono de la moda, confiesa que recibe muchos modelos en su casa, pero que tan sólo se queda con aquello que le gusta y que va con su estilo. "Uno nace con algo dentro y luego vas aprendiendo. Mi madre nos hacía la ropa y aprendí mucho de ella y de la estilista que vestía a Carrie Bradshaw para la serie de televisión. De la ropa que me regalan sólo me quedo con lo que voy a ponerme, porque tengo un guardarropa muy limitado, y todo el vestuario que empleé para la serie de Sexo en Nueva York está guardado en los almacenes".
El vestuario y complementos que llevaba ayer para promocionar su película estaba perfectamente estudiado, desde el broche en forma de luna creciente sobre una chaqueta negra a la pulsera o el cierre del bolso de mano. Un vestuario que, según dijo, nada tiene que ver con la ropa que saca del armario cuando se levanta por las mañanas y tiene que llevar a su hijo al colegio.
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