Lucha de gigantes en el acero
Mittal y Arcelor defienden sus respectivos modelos de negocio ante la OPA
Desde que Mittal Steel anunció el pasado enero una oferta de compra contra su inmediato competidor, Arcelor, la pugna entre las siderúrgicas se ha convertido en un debate sobre su modelo empresarial. Las dos compañías creen que el sector necesita fusiones, pero cada una quiere liderar el proceso con su propio modelo de negocio.
Arcelor se ha definido como una "sociedad europea" y ha puesto sobre la mesa un balance saneado y unos resultados que crecieron un 66% el pasado año. La empresa luxemburguesa asegura también que su producción se basa en el I+D y en los productos de alto valor añadido, lo que les permite firmar acuerdos plurianuales y evitar oscilaciones en el precio. La compañía asegura que el negocio de su rival, en cambio, está esencialmente en los commodities, que precisan menos tecnología y están más sujetos a variaciones en el precio. Arcelor cree además que hay diferencias en el gobierno corporativo y en los aspectos sociales de la compañía.
Mittal, por su parte, se ha empleado a fondo para dispersar el mito de que en su cartera de productos predominan los de baja calidad. Cree, además, que su modelo de producción de bajo coste tiene un enorme potencial de crecimiento. También ha anunciado que sus acciones dejarán de tener más derechos sociales que las de otros accionistas.
Las dos compañías están aferrándose a razones de mercado para argumentar sus posiciones, pero también han utilizado la baza de la política. La UE se ha mantenido neutra y ha pedido a los Gobiernos que hagan lo propio. El de Luxemburgo, sin embargo, acaba de promulgar una ley sobre la OPA que, aunque niega que sea "anti-Mittal ni pro-Arcelor" llega en el momento oportuno y fue acelerada por la operación de Mittal, tal y como ha reconocido el propio Gobierno.
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