Nueva etapa en Japón
El pasado 9 de marzo el Banco de Japón anunció un cambio sustancial en su política monetaria: el retorno a un nivel objetivo de los tipos de interés a corto plazo. La relevancia de dicho anuncio reside en que supone el reconocimiento de una vuelta a la normalidad de la economía japonesa.
Los bancos centrales de la mayoría de los países (de la Unión Monetaria Europea en el caso del Banco Central Europeo) tienen encomendada la definición y gestión de la política monetaria, con el objetivo último de alcanzar la estabilidad de precios.
Lo habitual es que determinen, y modifiquen al alza o a la baja cuando lo consideren oportuno, un tipo de interés al que prestan a las entidades de crédito, influyendo así en los tipos de interés que éstas aplican a sus clientes y, por tanto, en la demanda agregada de la economía. En última instancia, se estaría así controlando la inflación.
El cambio en la política monetaria japonesa se produce tras comprobar signos claros de reactivación en su economía
El Banco de Japón, sin embargo, tuvo que abandonar esta política al alcanzar el tipo de interés al que prestaba a sus bancos el 0%, sin que la economía se reactivase ni saliera de un estado deflacionario. En esas condiciones la única alternativa consistía en gestionar no el precio (tipo de interés), sino la cantidad.
De esta forma, el banco central nipón ha venido en los últimos años interviniendo en los mercados con el objetivo de mantener un nivel de liquidez determinado (medido por las reservas de los bancos en el propio banco central).
El anuncio del pasado jueves significa una vuelta a la normalidad. El nivel objetivo de los tipos de interés seguirá siendo el 0% durante el periodo necesario, pero el exceso de liquidez será drenado paulatinamente hasta que se den las condiciones para iniciar el proceso de subidas de tipos.
Lógicamente este cambio en la política monetaria se produce tras comprobar que la economía japonesa da signos claros de reactivación, como ha puesto de manifiesto el 4,5% de crecimiento interanual del PIB en el cuarto trimestre de 2005 y las expectativas de inflación (no deflación) para el conjunto de 2006 y 2007.
Pablo Guijarro y Enrique Sánchez del Villar son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).
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