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La pacificación del País Vasco

El portavoz de la izquierda 'abertzale' dice que el proceso de paz se complicará si le encarcelan

El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, admitió ayer que su previsible encarcelamiento, o el de sus compañeros en la dirección de la izquierda abertzale como Joseba Permach y Pernando Barrena, que se encontraban junto a él, "afectaría gravemente" al inicio de un proceso de paz que busque la solución del conflicto. Así de claro fue ayer el dirigente abertzale al ser requerido por la prensa en San Sebastián sobre las posibles consecuencias del auto dictado por el juez Fernando Grande-Marlaska, que le ha citado a declarar la próxima semana junto al dirigente de LAB Rafael Díez Usabiaga como responsables e "inductores" de los incidentes registrados durante la jornada de huelga general en Euskadi del jueves pasado.

"Nosotros podemos tener un problema personal si nos encarcelan", admitió Otegi, "pero el problema es cómo afecta eso a la credibilidad de un proceso, cómo afecta a la búsqueda de un acuerdo; y es evidente que afecta gravemente. Pero ya hemos dicho en varias ocasiones que no se construye un proceso de paz pidiendo las responsabilidades sólo a una de las partes, y nosotros ya hemos acreditado las nuestras", declaró el portavoz de la ilegalizada Batasuna. Tampoco ocultó que actualmente se está viviendo un "momento complicado", pero a la vez insistió en emitir un mensaje claro y positivo: ninguna actuación de este tipo hará variar el rumbo político de la izquierda abertzale en favor de la consecución de un acuerdo.

"Romper amarras"

Más contundente fue ayer el secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga, quien dijo observar un "neto impulso político que busca condicionar el inicio del proceso de paz" en el auto judicial del juez Grande-Marlaska. Por eso instó al presidente José Luis Rodríguez Zapatero a "actuar directamente" y a "romper amarras" con las actuaciones judiciales que "condicionan mucho la coyuntura política". Según el dirigente sindicalista, el PSOE y Zapatero "son conscientes" de la responsabilidad política y del compromiso con el proceso que está demostrando la izquierda abertzale.

En la misma línea de denuncia se inscriben las declaraciones que realizó ayer José Elorrieta, máximo responsable del sindicato nacionalista ELA, que no secundó la huelga general. Denunció la citación judicial de Otegi y Díez Usabiaga, que atribuyó al interés de "desestabilización del proceso" que existe tanto en ámbitos judiciales como mediáticos. Aseguró saber "dónde están las resistencias" al proceso de paz y se mostró esperanzado de que no sean capaces de pararlo.

Pese a estas dificultades, el lehendakari Juan José Ibarretxe, de visita oficial en Chile, aseguró ayer que es preciso afirmar que "son mayores las luces que las sombras"; por tanto, el Ejecutivo "prefiere situarse, como la mayoría de la sociedad, en un clima de esperanza".

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