La juez exculpa a la esposa del ex director del aeropuerto de Bilbao
López-Santacruz queda como único imputado en la causa por estafa
La juez que investiga la supuesta estafa cometida por el anterior director del aeropuerto de Bilbao, Segismundo López-Santacruz, le ha dejado como único imputado en la causa. El Juzgado de Instrucción 7 de Bilbao ha archivado las acusaciones contra su esposa, Laura Hernández, en cuyas cuentas bancarias se descubrieron ingresos sin justificar. Las diligencias se acercan a su fin, aunque el juicio no se celebrará antes de un año.
La decisión judicial se plasma en auto dictado el pasado 16 de febrero por Paula Isabel Crespo, titular del Juzgado número 7, tras una petición de la defensa del ex director del aeródromo. La juez entiende que los delitos que se le imputaban a Laura Hernández -cohecho, malversación de caudales públicos y falsedad en documento oficial en grado de cooperación y complicidad- no tienen peso para mantener la acusación contra ella. El auto agrega que esos delitos sólo pueden cometerlos funcionarios, condición que no tiene la esposa de López-Santacruz.
"De la instrucción practicada no se aprecian indicios que nos permitan imputar como partícipe a la Sra. Hernández Prado en los hechos ilícitos que presuntamente habría cometido su marido", expresa el auto judicial. La resolución, además del sobreseimiento de la causa contra la mujer, ordena continuar el procedimiento contra el ex director.
En este caso también estuvo imputada la madre de López-Santacruz, Ángeles Pérez Alonso. Las actuaciones en su contra también se sobreseyeron debido a su avanzada edad. Ambas tenían a su nombre cuentas bancarias con ingresos sin justificar, como certificó un informe del perito nombrado por el juez. Así, figuran seis ingresos de 450.000 pesetas (2.704 euros) y otro de 300.000 (1.803 euros) el 26 de julio de 1999 en la cuenta de Laura Hernández y doce ingresos de 450.000 y otro de 50.000 el 19 de marzo de 2000 en la de su suegra.
El informe pericial descubrió en conjunto casi 950.000 euros sin justificar en las cuentas bancarias de los tres, lo que llevó a extender la imputación contra el ex director a sus dos familiares.
López-Santacruz está acusado desde hace casi cinco años de delitos de estafa, malversación de caudales públicos y falsedad de documento por su gestión al frente del entonces aeropuerto de Sondika, entre 1997 y 2001. Se le imputa la adjudicación de 31 obras a dos constructoras del mismo dueño sin "concurrencia o con concurrencia muy limitada", la adjudicación de tiendas en el aeropuerto con informes técnicos "cuestionables" a una empresa creada "expresamente para estas licitaciones" o que el piso que le había proporcionado AENA (el ente que gestiona los aeropuertos) por su cargo fuese arrendado por su madre, ingresos que le permitieron comprar otra casa.
Las diligencias se remontan a 2001, un largo periodo al que ha contribuido que hasta seis jueces se hayan encargado del sumario. A fines de enero se celebró una vista, que suele ser la previa al auto de procesamiento. El previsible juicio se celebrará con jurado, lo que, según fuentes judiciales, motivará que no pueda celebrarse antes de un año. La defensa llegó a negociar a finales de 2004 un acuerdo que evitase la vista, pero no fructificó porque el ex director sólo ofrecía una cifra parecida a las costas del proceso, cerca de 150.000 euros.
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