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Detenidos dos vigilantes por el último gran robo del Reino Unido

Dos trabajadores subcontratados por la empresa de seguridad Securitas han sido detenidos, y puestos en libertad bajo fianza, por su supuesta participación en el robo de 53 millones de libras (77 millones de euros) en un almacén de la compañía en Tonbridge (Kent), al sureste de Londres. Los detenidos, un hombre y una mujer, habían trabajado con anterioridad en el almacén desvalijado el pasado 22 de febrero. La policía ha sospechado desde el primer momento que la banda autora del robo disponía de información proporcionada desde el interior.

Aunque la detención de dos guardas de seguridad puede provocar románticas evocaciones de El Dioni, el empleado de una compañía de seguridad que en 1989 se apropió de 298 millones de pesetas del furgón que él mismo conducía y se marchó a Brasil, las comparaciones se acaban ahí. El Dioni, que volvió a España y acabó siendo condenado a tres años y cuatro meses de prisión, actuó solo -aunque hay quien ha defendido la tesis de que le ayudaron al menos otras cuatro o cinco personas- y sin violencia. Su aspecto físico -usaba peluquín y padecía un fuerte estrabismo- y su desparpajo al cometer un robo casi de Robin Hood, le convirtió en un personaje popular en la España de la época.

Pero el robo de Tonbridge, el de mayor cuantía de la historia del Reino Unido, fue llevado a cabo por una banda fuertemente armada que secuestró durante varias horas al gerente del almacén junto con su esposa y su hijo para poder acceder al depósito de caudales.

Recuperados 30 millones

La policía, que ha recuperado unos 30 millones de euros del botín, ha acusado hasta ahora a cuatro hombres y una mujer. Otras 10 personas, incluidos los dos empleados de Securitas, han sido interrogados y puestos en libertad bajo fianza. Otras dos personas han sido interrogadas, pero puestas en libertad sin cargos.

Los investigadores creen que algunos integrantes de la banda consiguieron atravesar la frontera con parte del botín y se encuentran en paradero desconocido en el extranjero, posiblemente en España. Entre los sospechosos figura Nigel Reeve, de 44 años y propietario de una compañía de reparación de coches en cuyas instalaciones en Welling, al sureste de Londres, se han encontrado 13,5 millones de euros procedentes de Securitas.

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Reeve, que se marchó a España por carretera horas después del robo, se ha declarado inocente desde su casa de Jávea (Alicante) y se ha ofrecido a volver al Reino Unido. Un empleado que viajó con él a España volvió el lunes a Inglaterra. Tras ser interrogado, fue puesto en libertad bajo fianza.

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