Casi todas las expendedoras de boletos en Fuencarral han sido rotas

Los primeros controladores del servicio de estacionamiento regulado (SER) comenzaban a patrullar ayer las calles por donde se ha ampliado la zona de parquímetros. En el distrito de Fuencarral-El Pardo, era dificil encontrar en funcionamiento una máquina expendedora de boletos. Casi todas arrancadas, rotas o taponadas con silicona. "Esto es problema de los vecinos; mañana [por hoy] empezaremos a comprobar que tengan sus tarjetas de residentes. Si rompen los parquímetros, peor para ellos", decía un empleado.

Los controladores iban en grupos de tres. Algunos vecinos les increpaban al pasar. "Nos han dado unos números para llamar a la policía por si pasa algo", explica una de las controladoras un poco recelosa del ambiente en el que le toca trabajar. Varios coches de la Policía Municipal patrullaron la zona toda la mañana. Muchos vecinos, al ver pasar a los controladores, se acercaban a ellos para que les aclarasen las dudas que la medida les plantea. "Si no ha recibido la tarjeta de residente y ya la ha pagado, ponga el recibo en el parabrisas para que podamos verlo", explicaba uno de ellos a una vecina.

El pleno, suspendido

La concejal presidenta del distrito de Arganzuela, Eva Durán (PP), suspendió anoche el pleno de la Junta Muncipal ante las protestas de medio centenar de vecinos por no admitir a trámite la propuesta del grupo socialista de declarar una moratoria en la instauración de los parquímetros. Según el portavoz de la Asociación de Vecinos del Nudo Sur, Roberto Tornamira, el sistema "está en una zona donde sólo hay viviendas". La protesta se ha traducido en la zona de Legazpi en parquímetros inutilizados.

En el casco histórico de Hortaleza, la mayor parte de los parquímetros están estropeados. En la calle del Mar de Aral, uno de los aparatos había sido arrancado. "El barrio está calentito. Estamos indignados", explicaba Elena Ortiz, portavoz de la plataforma de afectados.