"Quiero máxima dedicación"

El nuevo presidente del Madrid, Fernando Martín, se puso ayer oficialmente al frente del gigantesco desafío que le espera en los próximos días. Fue durante la celebración de un acto que hace tres días no estaba previsto que él presidiera. Se trató de una de esas presentaciones en el palco de honor del Bernabéu que, en condiciones normales, habría sido rutinaria. Ayer el acto consistió en presentar un convenio entre el club y la Universidad Europea de Madrid para la creación de una Escuela de Estudios Universitarios relacionados con la industria del deporte, que dirige Jorge Valdano.

Las primeras palabras oficiales de Fernando Martín estuvieron cargadas de agradecimiento hacia su predecesor dimisionario, Florentino Pérez, por la libertad de maniobra que le otorga. "Quiero aprovechar esta oportunidad", comenzó; "para manifestar mi gratitud y mi admiración personal a Florentino Pérez. Gratitud porque ha puesto en mis manos la continuidad de un gran proyecto y la libertad para acometer las reformas importantes que necesita y que él va a ser el primero en apoyar. Admiración porque lo que ha significado Florentino Pérez en la vida de este club no se le escapa a nadie con buen juicio. El acto de hoy es una prueba más de su visión e inteligencia".

Martín (que será entrevistado esta noche en El Larguero, de la cadena SER) deberá ejercer su poder con velocidad y certeza si quiere conservarlo. La junta en la que fue nombrado por unanimidad, el lunes por la tarde, no contó con la presencia de sus compañeros de directiva menos afines, Juan Abelló, Fernando Fernández Tapias y Luis del Rivero. Se trata de tres de los cuatro vicepresidentes del club -el otro es Emilio Butragueño-, y pretenden dirimir el cargo en unas elecciones, antes de que finalice el actual mandato, prescrito por los Estatutos hasta 2008. Estos opositores componen una dificultad añadida al ingente trabajo que tiene entre manos Martín: sacar de la crisis deportiva al club, liderarlo con éxito hasta junio, y planificar la próxima temporada.

Fuentes del Madrid insistieron ayer en que la intención de Florentino Pérez al decidir su dimisión de forma inesperada era sacudir a un vestuario que consideraba dormido. Tras las penosas exhibiciones de los últimos partidos, el ex mandatario planificó su marcha para exponer "la responsabilidad de los jugadores", que sin él en el palco ya no tendrían excusas para no hacerse cargo de su fracaso en el campo. Estas fuentes aseguran que Florentino Pérez evaluó su salida al considerar que la situación deportiva había alcanzado un "deterioro máximo".

Para el ex dirigente no había otra alternativa. Los resultados de una dimisión no podían empeorar las cosas: si el equipo triunfaba, habría servido de revulsivo. En caso contrario, su sucesor tendría las manos libres para tomar decisiones. Esto incluye la planificación para el futuro y, sobre todo, la elaboración de una lista de bajas. Esto último es una tarea políticamente comprometedora que, según el entorno de Florentino Pérez, el nuevo presidente hará con más soltura al no estar involucrado afectivamente con la actual plantilla.

Esto insinuó Martín ayer, en Real Madrid TV: "Los jugadores tienen que entender el mensaje. Máxima dedicación individual y colectiva (...). Tengo la confianza de que a partir de mañana todos los jugadores van a poner el máximo esfuerzo (...). Al Atlético hay que ganarle".