El defensor del pueblo reclama limitadores de velocidad en los coches

El defensor del pueblo, Enrique Múgica, propuso ayer en el Congreso extender el uso de limitadores de velocidad a todos los vehículos de motor. Ahora sólo los autobuses y los camiones tienen instalados estos aparatos, que impiden al conductor superar el límite legal establecido. "Lo que se propone es otorgar la máxima eficacia a esa norma limitadora en beneficio de la vida y de la integridad física de los ciudadanos. Aun conociendo los inconvenientes y dificultades que la adopción de esta medida puede suscitar, casi todos de carácter económico, merece la pena iniciar el debate", explicó el defensor en la Comisión no permanente sobre Seguridad Vial.

Múgica y la adjunta primera, María Luisa Cava de Llano, explicaron las quejas que llegan a su institución de las asociaciones de víctimas de accidentes, en las que se destaca el vacío legal que permite que muchas imprudencias queden impunes. "Determinados comportamientos imprudentes que merecen un grave reproche social son sancionados como simple falta", se quejó Múgica.

Así ocurrió, según explicó, con la sentencia de un Juzgado de Instrucción de Madrid, del 21 de octubre de 2005, que sancionó como falta de imprudencia el atropello de un peatón que a las 14.15 horas cruzaba un paso de cebra en la capital, y sufrió fracturas, parálisis, hemorragias y traumatismos diversos con secuelas muy graves. O un juzgado de instrucción extremeño, que "tan sólo halló falta en el caso de un accidente en el que el conductor de un Mercedes, que circulaba a más de 165 kilómetros por hora, invadió el carril izquierdo, saltando la mediana, colisionó frontalmente con otro turismo, ocupado por cuatro personas que fallecieron en el acto, junto con el copiloto del primer coche. El conductor resultó ileso", narró.