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Reportaje:

Tarjetas en paz

Comerciantes y emisores pactan impulsar el uso del dinero de plástico

Servired, 4B y Euro 6000, que han enterrado una larga pugna con los comerciantes en torno a las comisiones, confían en que la paz dispare el uso del dinero de plástico. Las discrepancias han sido perjudiciales para todos. Para los operadores porque la falta de entusiasmo de los comercios para aceptar tarjetas ha bloqueado el crecimiento del negocio. Y para los comerciantes porque la aceptación del dinero de plástico potencia su facturación.

Los operadores de tarjetas se han comprometido a reducir gradualmente las comisiones de intercambio que deben pagar los comercios

Según un estudio realizado a escala de la UE se calcula que un incremento adicional de la penetración de tarjetas del 10% produce un incremento del PIB del 0,5% (0,9% en el caso de España), que naturalmente beneficia básicamente a los comercios. "Pero ésta", explica José Gabeiras, presidente de Servired, uno de los operadores que han firmado el pacto, "no es la única ventaja. La aceptación masiva de tarjetas les permite a los comercios ahorros en el manejo de efectivo y la reducción de los riesgos por robo".

Lo cierto es que, según parece, el conflicto que enfrentó ambas partes durante años sería en parte responsable de la escasa penetración de las tarjetas en los pagos por consumo de los españoles. Muy inferior al habitual en Europa. "Mientras que la cobertura de la demanda por tarjetas oscila entre el 25% y el 30% en Europa", explica Gabeiras, "en España no supera el 14%".

Una situación que acabó por convertirse en un círculo vicioso. Las comisiones, dicen en Servired, han venido siendo caras porque su utilización, escasa, no permite las economías de escala necesarias para compensar su coste (en torno al 1,76% de la masa monetaria que mueven). Y, siendo caras, los comerciantes no se sienten alentados a aceptarlas, sobre todo para sumas no excesivamente elevadas. Ello, unido a la abundancia de cajeros en las calles de nuestras ciudades (uno por 800 habitantes en España frente a uno por 1.500 en Francia), ha creado en los usuarios españoles -a veces, para no tener problemas- el hábito de sacar del dinero del ATM para luego pagar en la tienda con dinero de papel.

Este hábito está tan enraizado en España que el 58% del dinero que se mueve en el sistema (unos 100.000 millones de euros) se extrae de los cajeros automáticos, mientras que apenas el 42% es producto del pago en terminales de comercios. "En Francia", comenta Gabeiras, "la situación es exactamente inversa: el 58% del dinero que se mueve es en terminales de comercios".

Esta situación, insostenible, por cuanto arriesgaba ralentizar el crecimiento del dinero de plástico y de la rentabilidad del sector a él ligado (que, según Gabeiras, cuenta con la mejor tecnología y la mayor cobertura del mundo), tuvo que ser desbloqueada por la Secretaría de Estado de Comercio, impulsora del pacto que, dicen, permitirá ahora el despegue definitivo del uso de tarjetas.

Los operadores -que ya habían reducido estas comisiones a principios de la década, desde el 5,1% al 3,4%- se han comprometido ahora a reducir gradualmente las comisiones de intercambio que deben pagar los comercios desde el 1,56% de media actual al 0,68% previsto en 2008. Y éstos a facilitar su uso. Parece que lo harán, ya que, según comentan en Servired, la reducción de las comisiones les ha parecido lo suficientemente atractiva como para que se hayan decidido "a ser más proactivos en su uso".

Ahora bien, ¿cómo y quién pagará la reducción de las comisiones, necesarias para sostener una costosa infraestructura -financiada básicamente por las entidades bancarias- y que sólo en el caso de Servired alcanza un total de 34,6 millones de tarjetas emitidas y 386.339 terminales en comercios? Gabeiras apunta que "las reducciones se irán compensando con las economías de escala que producirán el mayor volumen de facturación de estos instrumentos -lo que redundará en un menor coste unitario por tarjeta- y, si es necesario, con el incremento de las cuotas que pagan los clientes a los bancos por su emisión".

Lo dicho no significa, sin embargo, que el mercado de tarjetas esté, ni mucho menos, estancado. Las compras efectuadas por los españoles a través de terminales de comercios alcanzaron en 2005 un total de 48.577 millones de euros, un 17,9% más que el año anterior.

Una mujer mira  el escaparate de un comercio.
Una mujer mira el escaparate de un comercio.RICARDO GUITIÉRREZ

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