La asamblea del PNV ratifica por unanimidad la gestión de Imaz

La Asamblea Nacional del PNV ratificó ayer por unanimidad la gestión en 2005 de su ejecutiva, que Josu Jon Imaz preside desde enero de 2004. La preparación de las elecciones autonómicas de abril pasado, la sustitución de Juan María Atutxa al frente del Parlamento vasco, el pacto presupuestario con los socialistas y la posición sobre la pacificación recibieron el respaldo del máximo órgano de dirección peneuvista entre sus asambleas generales, que se celebran cada cuatro años.

Fuentes oficiales del partido señalaron que la gestión fue avalada por unanimidad y en una sola votación. Imaz realizó su defensa ante la asamblea nacional, reunida durante cinco horas y media en Bilbao.

Imaz fue elegido presidente del PNV en sustitución de Xabier Arzalluz en enero de 2004, en pugna con Joseba Egibar, quien contaba con el apoyo del viejo líder y al que batió por un solo voto. El resultado de la asamblea de ayer parece mostrar que el presidente del partido ha logrado integrar o reconducir hacia sus posturas al sector de Egibar, que controla las ejecutivas de Guipúzcoa y Álava y sigue deslizando en declaraciones públicas matices diferenciados. La Asamblea Nacional está compuesta por 71 representantes y a ella asisten, con voz, pero sin voto, el lehendakari, sus consejeros, las ejecutivas nacional y territoriales, y parlamentarios de todas las cámaras legislativas.

Durante 2005, Imaz se empeñó en enderezar el rumbo peneuvista tras la situación generada por la derrota del plan Ibarretxe en el Congreso en febrero de ese año y la pérdida dos meses después de cuatro escaños en las autonómicas.

A debate se sometió la propia campaña y sus resultados, la sustitución de Atutxa al frente del Parlamento vasco, el sí a la Constitución Europea, el apoyo a los Presupuestos Generales en el Congreso y el pacto con el PSE para los vascos, así como el documento que la ejecutiva aprobó el pasado 10 de octubre y que fija la posición del PNV en materia de pacificación y negociación política.

La asamblea ratificó el compromiso de ese texto de que el logro de la paz no se vincule "en ningún caso" a "ningún proyecto ni objetivo político" y de que los acuerdos que negocien con posterioridad los partidos serán "integradores de diferentes identidades y sensibilidades políticas" y reunirán "una mayoría suficiente para superar el apoyo que tuvo el Estatuto de Gernika".

A esa mesa de partidos se refiere Imaz en una entrevista difundida ayer por la agencia Europa Press, en la que considera necesario marcar una "distancia temporal" entre un alto el fuego y la constitución de dicho foro político. Imaz agrega que el proceso de paz no se iniciará mientras no haya "una decisión clara y nítida de ETA de parar cualquier tipo de actividad violenta o extorsión".

Tras mostrarse de acuerdo con el presidente Zapatero, en que "no hay que negociar con ETA la autodeterminación" ni ninguna cuestión política, rechaza adelantar si el derecho a decidir se abordará en la mesa de partidos.

Imaz pregunta también al PP "por qué no sacó a las víctimas" a la calle cuando el Gobierno de Aznar negoció con ETA en Zúrich en 1999, ni las animó a manifestarse en contra del Ejecutivo, en referencia a la marcha de ayer en Madrid.