Sofisticación en tamaño reducido
Más pequeño que los últimos utilitarios para circular mejor en ciudad y muy flexible por dentro para reforzar la funcionalidad. Así es el nuevo Yaris, un coche original con detalles interiores muy prácticos, un turbodiésel a la última, un cambio automatizado sin embrague y un equipo de seguridad que incluye hasta siete airbags. No es el utilitario más barato (desde 11.950 euros), pero gasta poco y justifica lo que cuesta.
Línea continuista
El modelo de Toyota se desmarca de las tendencias mostradas por los últimos utilitarios europeos, como los nuevos Punto y Clio, que han vuelto a crecer en tamaño y miden ya cuatro metros. El Yaris se queda en 3,75 metros, y aunque es 11 centímetros más largo que el anterior, tiene un tamaño más apropiado para circular y aparcar en las grandes ciudades.
La carrocería es obra del centro de diseño europeo de Toyota y refleja una evolución sin riesgos que mantiene el estilo peculiar y poco emocionante de muchos coches japoneses pequeños. Transmite calidad y robustez, tanto por delante como en el lateral, que presenta unos nervios más marcados en las puertas, y añade unos ángulos más redondeados, tanto en el frontal como en el techo y la zaga. El resultado es un utilitario moderno que no destaca por su gancho estético, pero tiene presencia. Su imagen continuista oculta un coche muy bien elaborado con mejoras notables, como una aerodinámica muy afinada para su tamaño (CX: 0,30) y un chasis un 50% más rígido que el de su antecesor.
Flexibilidad interior
El interior aporta muchas soluciones prácticas que marcan la diferencia. A pesar de ser más corto que otros rivales, ofrece un interior casi igual de amplio y más flexible y funcional. Tiene unos asientos pequeños, sobre todo las banquetas, pero por dentro no da sensación de agobio y puede alojar cuatro adultos y un niño sin muchos aprietos, aunque atrás la altura se queda justa para estaturas grandes. Sin embargo, lo mejor es la funcionalidad de las plazas traseras, que permiten desplazar la banqueta en longitud e inclinación para aumentar el espacio en la zona de las rodillas, o ampliar el maletero, que puede llegar hasta 363 litros. Además no tiene el bulto del túnel en el centro del piso de atrás, lo que mejora la comodidad del tercer pasajero.
La modularidad del Yaris resulta muy práctica en el día a día y se completa con la mejor dotación de huecos entre los utilitarios. Destacan las dos repisas verticales situadas a los lados de la consola central y cuenta también con dos guanteras frente al copiloto y un cajón debajo de su asiento..., y muchos espacios más. Los acabados son correctos, con un salpicadero moderno, buenos materiales y tapicerías algo austeras. Y tanto las suspensiones, que absorben bien los baches, como la insonorización están a la altura exigible y no penalizan el confort en los viajes, aunque el motor es algo ruidoso cuando se estiran las marchas.
Dos motores y tres acabados
La gama del Yaris cuenta con dos motores, 1.3 de gasolina (87 CV) y 1.4 D-4D turbodiésel (90 CV), disponibles en carrocerías de 3 y 5 puertas (450 euros más). Se ofrece en tres acabados, Yaris (básico), Luna y Sol. El primero viene de serie con cuatro airbags, ABS, radio-CD, elevalunas eléctricos y todo lo habitual... El Luna suma un radio-CD con MP3, airbags de cortina y uno para las rodillas del conductor, y el Sol añade climatizador y acceso y arranque sin llave. La garantía es de tres años o 100.000 kilómetros; el control de estabilidad se paga aparte (750 euros), y dispone de opciones sofisticadas, como el cambio automatizado Multimodo (650) y la conexión bluetooth (230).
Conclusión
El Yaris ofrece soluciones avanzadas que le convierten en un utilitario muy práctico. Tiene una imagen moderna, un interior muy funcional y una calidad mecánica notable. Incluye también un completo equipo de seguridad, con siete airbags, y no es demasiado caro.
MUCHOS DETALLES PRÁCTICOS
El interior del Yaris abusa de los plásticos grises y aplica un diseño austero en detalles como el volante, que crea un ambiente algo sobrio y no refleja la calidad de la mecánica y los materiales. Sin embargo, el salpicadero es aparente y está elaborado con un plástico que imita a la fibra de carbono. Y la consola central metalizada está muy bien resuelta y se estrecha en la base para habilitar dos huecos verticales. Destaca la posición de la instrumentación en el centro y el buen aprovechamiento del espacio, que permite ofrecer una guantera doble frente al copiloto; un posavasos a cada lado del salpicadero, justo en la base de las salidas de la climatización, y otra pequeña guantera a la izquierda del volante. La dotación se completa con un cajón debajo del asiento del copiloto, bolsas para botellas en las cuatro puertas, repisas delante del cambio y junto al freno de mano, posavasos y bolsas detrás de los respaldos...Otra solución muy práctica es la regulación en longitud e inclinación del asiento trasero, que permite aumentar el espacio para las piernas cuando viajan adultos, o reducirlo para ampliar el maletero, que puede variar entre 272 y 363 litros. La zaga tiene un aspecto sencillo y robusto, con mucha chapa, y los pilotos en alto, a salvo de golpes de aparcamiento.
MÁS CARO Y MEJOR EQUIPADO
Aunque la unidad de pruebas montaba el cambio automatizado Multimodo, la versión con cambio manual es más comparable a las propuestas de sus rivales. Así, el Yaris turbodiésel en el acabado superior Sol incluye siete airbags, climatizador, radio-CD y otros detalles, y cuesta 300 euros más que un Punto 1.3 JTD y 400 más que un Polo TDi. El Fiat tiene un airbag menos y el VW tiene sólo cuatro airbags. La diferencia con el Fiesta sube a 500 euros, pero el Ford sólo viene con doble airbag, y los laterales y los de cortina se ofrecen en un paquete opcional (420 euros) que iguala la diferencia. Por último, el Toyota es 450 euros más barato que un Clio similar en el acabado Luxe Privilege, pero éste incluye un equipo de serie muy superior, con elevalunas traseros eléctricos, sensores de lluvia y faros, y control de estabilidad ESP, opcional en el Yaris (750 euros).
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