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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Instantes súbitos

La obra del escultor suizo Roman Signer (Appenzell, 1938) es toda una enciclopedia sobre el concepto de lo súbito, una categoría temporal que el artista estudia desde todos los ángulos posibles y a la que se acerca desde el punto de vista de la escultura, no como un performer. La exposición que repasa su trayectoria en el CGAC reúne un amplio muestrario de materiales y soportes que permiten vislumbrar el sentido último de la obra de un artista con evidentes influencias cinematográficas.

Esto último no debe entenderse en el sentido de que Signer está interesado en contar historias, más bien al contrario, su vocación es la de ahondar en la estructura interna de acontecimientos concretos. La relación con el cine viene de su obsesión por crear suspense. Los ingenios que diseña tienen la capacidad de intrigar y muchas veces esconden sorpresas bajo su apariencia inocua. No se trata de buscar una respuesta por parte del público sino de que las piezas funcionen como un mecanismo de captación del interés de quien las contempla. En los vídeos continúa investigando sobre la naturaleza de lo súbito y busca que el espectador reflexione sobre la relación causa-efecto. Él mismo es muchas veces el protagonista de las secuencias pero su presencia es accesoria.

ROMAN SIGNER

Centro Galego de Arte Contemporáneo

Valle Inclán, s/n

Santiago de Compostela

Hasta el 2 de abril

Y es que el trabajo de Signer tiene algo de magia y de ciencia a la vez. Unas veces recurre a la grandilocuencia y nos apabulla con una puesta en escena espectacular al colocar un grupo de piraguas colgando longitudinalmente del techo. En otras ocasiones se vale de elementos mucho más modestos, como un pequeño motor que hace vibrar una cuerda y ésta, a su vez, transmite las vibraciones a un árbol. Vibración resume así el interés del artista por el uso de material industrial y por combinarlo con elementos de la naturaleza.

Otro factor muy presente en su obra es el humor. Los artefactos y situaciones concebidas por Signer tienen mucho de estrafalario y todo parece estar inmerso en una atmósfera absurda que remite a la mejor tradición del cine mudo. El propio artista no duda en convertirse en un conejillo de indias dispuesto a experimentar todo tipo de situaciones en las que tarde o temprano aparece un elemento extraño que hace aparecer el único e irrepetible instante súbito.

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